La controvertida ministra Irene Vélez, anunció en la mañana de este miércoles, su salida de la cartera que lideró por once meses.
Esta semana surgió un nuevo hecho polémico que involucró a la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, por la salida del país de su hijo, sin cumplir los requisitos exigidos por la ley.
Ante eta situación la Unidad de Fiscales ante la Corte Suprema de Justicia tomó la decisión de iniciar una indagación en respuesta a los hechos irregulares que habrían ocurrido en torno al viaje del hijo de la ministra. La Procuraduría General de la Nación también se pronunció al respecto, ordenando la apertura de una indagación previa sobre el presunto uso irregular de su cargo por parte de Vélez para influir ante un agente de Migración Colombia.
El caso generó todo tipo de especulaciones en redes sociales sobre el futuro próximo de la ministra, señalando sectores de la oposición que Vélez debía renunciar a su cargo inmediatamente.
Aunque no fue inmediato, la ministra se tomó unos días y en la mañana de este miércoles a través de un documento, informó que se apartaba de su cargo.
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En un documento de 4 hojas, expuso lo que fue su paso por el Gobierno Petro, agradeció al presidente y envió un mensaje al pueblo colombiano.
“Quiero agradecer al presidente Gustavo Petro por su confianza, permitiéndome liderar un sector históricamente tecnocéntrico y patriarcal. Hoy, aunque la tarea no la damos por culminada, con profundo respeto por la institucionalidad decido apartarme del cargo de Ministra para evitar que las investigaciones en mi contra interfieran con la ejecución del programa del Gobierno”, dijo Irene Vélez.
Posteriormente agregó: “Estaré siempre presta a responder a las autoridades cuando así lo requieran. Nadie dijo que el cambio sería fácil, pero ni los ataques, ni las burlas lograrán distraernos de lo importante, ni arrebatarnos nuestras luchas, ni hacer claudicar nuestras banderas de justicia y dignidad. Han buscado desmoralizarnos y deslegitimarnos para evitar que cambiemos las estructuras de poder dominante y rompamos los círculos excluyentes de acumulación que nos han sumido en la pobreza y la violencia. ¡Pero somos semilla! Somos paridad, antirracismo, progresismo y transición. Antes que perder la esperanza, hoy la invitación es a seguir impulsando y materializando las transformaciones profundas que la paz total nos demanda».