El enfrentamiento entre Mike Tyson, leyenda del boxeo de 58 años, y Jake Paul, influencer y boxeador en ascenso, terminó con la victoria del joven luchador por decisión unánime.
Foto: @Netflix
La pelea, realizada en el AT&T Stadium de los Estados Unidos, prometía ser el espectáculo del año, pero finalmente no logró cumplir con las altas expectativas generadas.
Con un marcado contraste de edades –Tyson es 31 años mayor que Paul–, el youtuber aprovechó su resistencia para imponerse en un combate que perdió intensidad a medida que avanzaron los rounds.
Las tarjetas finales reflejaron la superioridad del joven boxeador: un juez otorgó un contundente 80-72, mientras que los otros dos marcaron 79-73, todas a favor de Paul.
Un inicio parejo, pero con una leyenda fatigada
Desde el campanazo inicial, el combate mostró un equilibrio inesperado. En los dos primeros rounds, Tyson desplegó destellos de su experiencia, mientras Paul respondía con firmeza y seguridad, dejando en claro el progreso que ha tenido desde que incursionó en el boxeo profesional.
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Sin embargo, el paso del tiempo hizo mella en la resistencia de «Iron Mike». Aunque mantuvo su técnica, la falta de ritmo competitivo tras años de retiro le jugó en contra. Paul, con su juventud y energía, fue tomando el control del combate, lo que quedó evidente en los últimos asaltos.
El séptimo y octavo rounds dejaron en claro la ventaja de Jake Paul, quien manejó el ritmo del enfrentamiento y aseguró su victoria. Aunque Tyson intentó recuperar terreno con un esfuerzo notable en el último round, no fue suficiente para revertir el resultado.
Paul celebró emocionado su triunfo, destacando que vencer a una figura como Tyson era un sueño personal y un homenaje a su padre, quien compartía la admiración por la leyenda.
El combate, transmitido por Netflix y con reglas especiales como rounds de 2 minutos y guantes de 14 onzas, generó gran expectativa durante todo el año. Sin embargo, muchos fanáticos consideraron que el respeto excesivo de Paul hacia Tyson y la falta de intensidad en los momentos cruciales restaron emoción al espectáculo.
Por su parte, Tyson agradeció a sus seguidores y, aunque aceptó la derrota con humildad, dejó entrever que el resultado no estuvo a la altura de lo que deseaba ofrecer.
Si bien la pelea acaparó la atención del público y las redes sociales, queda la pregunta sobre si este tipo de enfrentamientos entre boxeadores de generaciones tan diferentes enriquecen al deporte o simplemente responden a un fenómeno de mercadeo.
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