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JEP ordenó grado póstumo para Tarsicio Medina Charry en la Usco

Sep 11, 2024

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JEP ordenó grado póstumo para Tarsicio Median Charry en la Usco. La Jurisdicción Especial para la Paz ordenó a la Policía y a la Universidad Surcolombiana realizar un acto de responsabilidad y un grado póstumo, respectivamente, como medidas de reparación para la familia de Tarsicio Medina Charry, desaparecido por la fuerza pública el 19 de febrero de 1988. Los eventos se desarrollarán en la Usco el próximo 24 de septiembre.

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Por: Gustavo Patiño

El próximo 24 de septiembre, en el auditorio Olga Tony Vidales de la Universidad Surcolombiana, se realizará el grado póstumo de Tarsicio Medina Charry, estudiante de la institución, quien fue desaparecido por la Policía del Huila en febrero de 1988. La ceremonia, junto con un acto público de perdón y asunción de responsabilidad por parte de la Policía Huila, buscan ser medidas reparadoras para la familia de Medina Charry. Los actos fueron ordenados por el magistrado Raúl Eduardo Sánchez Sánchez de la Sección de primera instancia para casos de ausencia de reconocimiento de verdad y responsabilidad de la Jurisdicción Especial para la Paz, en el Auto SAR AI- 055 de 2024, ratificado por el Auto SAR AI- 065 de 2024. Igualmente, el tribunal de justicia transicional solicitó a la Universidad que se cambiara el nombre del nuevo edificio de la Facultad de Educación por Edificio Tarsicio Medina Charry.

La desaparición

Tarsicio Medina Charry fue detenido el 19 de febrero de 1988 cuando se dirigía hacia el barrio Cándido Leguízamo y se encontró con una tanqueta de la Policía. El joven estudiante de Literatura y lingüística de la Usco, pese a que contaba con sus documentos al día, fue detenido por los uniformados´junto con otros ciudadanos. Esa fue la última vez que fue visto con vida. Para la época en la que fue detenido el joven universitario, Colombia se encontraba en un estado de sitio y, por parte de las fuerzas del Estado se desarrollaba el mal llamado ‘Baile Rojo’: la persecución, desaparición y genocidio contra la Unión Patriótica. Tarcisio fue detenido y desaparecido porque en su mochila llevaba consigo una copia del semanario Voz Proletaria del Partido Comunista.

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“Él era amante de la literatura”, recuerda Paola Medina Charry, hermana menor de Tarsicio, “cualquier peso que cogía lo ahorraba para comprar libros. Era el primer hijo, nieto y sobrino de una familia campesina. Mi papá campesino y mi mamá auxiliar de enfermería. Éramos cuatro hermanos, yo soy la menor”, afirma Paola.

Unión Patriótica

Tarsicio, quien había vivido toda su vida en Palermo, había decidió terminar su bachillerato en Neiva, por lo que se trasladó hasta la ciudad. Allí conoció el proceso de la Juventud Comunista, del Partido Unión Patriótica, “él le apostó firmemente un proceso de paz que se dio en la década del 80, un proceso de paz legal en donde el Estado colombiano firmó con la guerrilla de las Farc”, asegura Paola, afirmando que la diferencia que hubo en ese proceso de paz, es que se formó la Unión Patriótica, un partido político que cambió por completo las prácticas que realizaban los históricos partidos conservador y liberal.

“Se da el boom de ese partido nuevo, que abría las puertas a la gente pobre, al campesinado, muchas cosas distintas a lo que hacían los liberales y los conservadores, mucha gente le apostó a ese proceso, muchos estudiantes, campesinos, amas de casa, gente común y entre esos pues obviamente jóvenes como mi hermano que ya tenía una militancia política en ese tiempo y a raíz de eso pues él comienza a ser amenazado comienza a ser perseguido”, asegura la hermana menor.

El calvario de la familia

Luego de su desaparición, el calvario de la familia Medina Charry inició cuando decidió hacer la denuncia penal. Fueron revictimizados de tal forma, que sufrieron allanamientos y persecución, ya que la Policía negó siempre la desaparición, que ni siquiera era un delito estipulado en la ley, señalando que Tarsicio había decidido irse para la guerrilla.

Como la Policía había sido la institución que lo detuvo, un juez dictaminó que el caso debía pasar a Justicia Penal Militar, donde César Augusto Gómez, el subteniente a cargo del operativo que resultó en la desaparición, fue condenado en 1994 a 45 meses de prisión y a pagar una indemnización a la familia. Los Medina Charry nunca supieron que el proceso había pasado de la justicia ordinaria a la militar, que el subteniente había sido condenado y que este estaba prófugo, y mucho menos recibieron una indemnización de su parte.

Fue hasta 1995 que el Tribunal Administrativo del Huila reconoció la desaparición a manos de la Policía, aunque no reconoció daños materiales. En 1998, el Estado Colombiano fue condenado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos – CIDH, a donde había llegado el caso. La CIDH ordenó al Estado tipificar el delito de desaparición forzada, lo que ocurrió dos años después, pero que nunca se vio reflejado en el caso de Tarsicio Medina Charry.

No hay perdón

Aunque, el ejercicio de reconocimiento por parte de la Policía Huila y el grado póstumo otorgado por la Universidad Surcolombiana son medidas restaurativas ordenadas por la JEP destinadas a reparar en algo el dolor de la familia, Paola asegura que el perdón aún no llega por parte de la familia, ya que el cuerpo de su hermano mayor no ha aparecido.

“Yo creo que esa es la importancia general que tiene este acto de reparación, más que un acto de perdón, porque creemos firmemente como familia que no podemos perdonar los hechos ocurridos hasta tanto no sea devuelto el cuerpo de Tarsicio. Han pasado 36 años, mi madre falleció, falleció mi hermano mayor, ya solo sobrevivimos sino dos familiares y hemos hecho una lucha incansable 36 años, no solamente por su caso, sino por muchos casos más que se nos han unido en el camino”, asegura Paola y reconoce que los cuerpos de las personas desaparecidas antes del 2000 no podrán ser encontrados, “no tenemos esperanza alguna de que los cuerpos de nuestros familiares sean devueltos a nuestros hogares, dónde vamos a poder culminar un duelo postergado en el tiempo y sobre todo un duelo que nos lo causó el Estado colombiano”.

Tarsicio, un símbolo de los estudiantes

Ayer, en el auditorio de la Facultad de Educación de la Usco, se desarrolló una reunión preparatoria de lo que será la ceremonia póstuma de grado el próximo 24 de septiembre. Al encuentro asistieron representantes de la administración de la universidad, egresados y representantes del movimiento estudiantil “se propone que el estamento estudiantil, junto con la comunidad académica, promuevan actividades conmemorativas en torno al grado póstumo, previo a la fecha el 24 de septiembre, en donde puedan participar las personas que quieran aportar en este acto conmemorativo. Igualmente se solicita también la visibilidad por parte de los medios de comunicación institucionales también de la prensa para visibilizar y dar a conocer este hecho tan importante para la memoria histórica de la Universidad Surcolombiana”, señaló un funcionario de la Vicerrectoría Académica.

En la reunión, se estableció que los actos a desarrollar tienen que pasar por la aprobación de la familia de Tarsicio. “Ellos quieren tener participación en la ceremonia. Poder dar un discurso como movimiento estudiantil que ha reivindicado la memoria de Tarsicio Median Charry durante todos estos años. A través de las diferentes generaciones que han pasado por la Universidad. También ellos proponen que se hagan otro tipo de eventos previos al grado póstumo, eventos culturales dentro de la universidad”. Aseguró Luz Marina Luna Herrera, asesora jurídica de la Facultad de Educación de la Usco.

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