‘Jibaros’ amedrentan a familia en Neiva. Leidy Puentes, habitante del barrio Reynaldo Matiz y madre de una menor y un joven denunció a Diario del Huila que los delincuentes que controlan la comunidad la siguen hostigando luego de intentar hurtarle y atentar contra la vida de su hijo. Denunció inoperancia y presunta corrupción de las autoridades.
DIARIO DEL HUILA, PANORAMA
Unidad investigativa
Ayer, hacia las tres de la tarde, Maicol Artunduaga Puentes recibía en un centro médico de la capital huilense nuevamente una intervención quirúrgica por las lesiones que le dejaron las balas en su humanidad el pasado 21 de agosto. Sus padres, Andrés y Leidy Alejandra, lo acompañaban esperando que los médicos les llevaran las mejores noticias posibles frente a su estado de salud.
Los hechos ocurridos hace diez días tuvieron lugar en el barrio Reynaldo Matiz, donde la angustia y el miedo se han convertido en compañeros permanentes para Leidy Alejandra Puentes Ortiz y su familia. Durante los últimos dos meses, esta residente ha vivido una pesadilla que va más allá de los límites de lo imaginable. Su historia, marcada por intentos de robo, amenazas de muerte y el brutal ataque a su hijo, revela lo que para ella significa que la justicia parece ser una ilusión distante.
Los intentaron robar
La primera señal de la pesadilla que enfrentaría Puentes Ortiz se presentó el 29 de julio. Ella, su esposo y una amiga regresaban de una celebración cuando llegaron a casa y encontraron a unos delincuentes intentando robar su vivienda. “Habíamos llegado a la casa y yo ya estaba abriendo la puerta cuando vi que llegaron los delincuentes”, recuerda Leidy con angustia. Aunque un patrullaje policial logró que los asaltantes huyeran, el incidente los dejó cargando el temor al hombro.
Al día siguiente, el clima de terror se intensificó cuando la hija de 12 años de Leidy recibió amenazas de muerte. A pesar de que la madre había presentado una denuncia y se le otorgó una medida de protección, la seguridad prometida resultó ser insuficiente. “Me dieron una medida de protección, pero no sirvió para nada”, afirma Leidy, subrayando su frustración con la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades. Las amenazas continuaron y, al regresar a su hogar, Leidy encontró su casa vandalizada, con todos los vidrios rotos y nuevas amenazas de muerte.
El atentado
El 21 de agosto marcó un punto crítico en esta cadena de eventos. Su hijo, que había sido blanco de amenazas y violencia, fue víctima de un brutal ataque. “Mi hijo recibió tres tiros en la cabeza y la columna, perdiendo un ojo y quedando en estado crítico”, describe Leidy. El ataque dejó a su hijo en la Unidad de Cuidados Intensivos – UCI del Hospital Universitario Hernando Moncaleano Perdomo, en un estado de salud crítico y luego fue trasladado hasta la Clínica Medilaser, en el norte de la capital huilense, para el seguimiento de su estado.
La desesperación de Leidy se hizo evidente cuando describió cómo los delincuentes intentaron atacarla mientras visitaba a su hijo en el centro médico. “Cuando venían unos hombres detrás mío, si yo no alcanzo a entrar a la clínica, esos manes me dan bala”, narra Leidy, demostrando el nivel extremo de peligro al que está sometida.
La madre aseguró a Diario del Huila que ha hecho las denuncias pertinentes, hasta su hijo convaleciente, en cuanto tuvo la posibilidad de tener conciencia, identificó en fotografías a los sujetos que habían atentado contra su vida, dejando evidencia ante las autoridades de las personas integrantes de esta banda criminal que se ha apoderado del barrio Reynaldo Matiz. El joven aún se encuentra a la espera de que los médicos le definan si el proyectil que tiene alojado en la columna puede ser retirado y si la presencia o la extracción de este le impida volver a caminar.
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Denuncias interpuestas
Leidy ha denunciado no solo los ataques y amenazas recibidos, sino también la falta de acción por parte de las autoridades. Acusa a la policía de corrupción, afirmando que están comprados por los delincuentes, específicamente por alias “El Burro”, un conocido criminal que controla el barrio. “Ellos están comprados por alias ‘El Burro’, quien maneja toda la operación en el barrio”, denuncia Leidy. La madre señaló que hace unos días fue capturado un delincuente del barrio conocido con el alias de ‘El Diablo’, quien según ella dijo enfrente de la comunidad que no pasaba nada, porque su jefe ‘El Burro’, les daba dinero a agentes de la Sijín ‘para que lo dejaran trabajar’. “dijo ese día que como el patrón compraba a los policías y agentes de la sijín, pues no le hacían nada. Entonces uno ¿dónde tiene que ir a quejarse si no hacen nada?”, cuestiona.
Leidy alega que, a pesar de sus múltiples denuncias, la policía ha sido ineficaz y no ha hecho nada para proteger a su familia. “Nunca han venido a visitar mi casa para verificar si me ha pasado algo”, señala. Asegura que la corrupción dentro de las fuerzas del orden ha impedido que se haga justicia. “Los policías están comprados por alias ‘El Burro’, y no hacen nada”, afirma con desespero.
“Vivo encerrada”
La inseguridad y el miedo constante han obligado a Leidy a mantener a su familia encerrada en su hogar, impidiéndoles llevar una vida normal. “Vivo encerrada, no puedo enviar a mis hijas a la escuela y tengo que mantenerme oculta para proteger a mi familia”, explica. La situación ha tenido un impacto devastador en la vida de sus hijos, quienes no pueden asistir a la escuela y viven bajo una constante amenaza.
La desesperación la ha llevado a considerar enviar una carta al Presidente para denunciar la falta de acción y la situación desesperada en la que se encuentra. “Estoy haciendo una carta para mandar al Presidente para que se dé cuenta de lo que está pasando aquí”, dice Leidy. Su clamor es claro: necesita que se haga justicia y que se tomen medidas para proteger a su familia y detener a los responsables de las amenazas y ataques.
La situación de Puentes Ortiz no solo afecta a su familia, sino también a la comunidad del barrio Reynaldo Matiz. La presencia de criminales como alias “El Burro” y alias “El Diablo” ha generado un ambiente de terror y corrupción que impacta a todos los residentes. Leidy afirma que estos criminales no solo controlan la venta de drogas en el barrio, sino que también han corrompido a las autoridades y los miembros de la comunidad. “Alias ‘El Burro’ y alias ‘El Diablo’ son los que mandan en el barrio. Ellos tienen la olla de vicio y controlan todo”, dice Leidy.
El último recurso
Leidy ha implorado por justicia y por una respuesta efectiva a las amenazas y ataques que ha sufrido. “Quiero que se haga público para que se haga justicia. Si me llega a pasar algo, él (alias ‘El Burro’) es el responsable porque ha atentado contra la vida de mi hijo”, dice Leidy, exigiendo que se tomen medidas y que se haga justicia por el ataque a su hijo y las amenazas que ha enfrentado su familia.
Diario del Huila se comunicó con el comando de la Policía Metropolitana de Neiva. Para indagar por la postura de la comandancia de la fuerza pública en la capital huilense sobre esta delicada denuncia. Sin embargo, al cierre de esta edición este medio no había recibido un pronunciamiento al respecto.
Entre tanto, Leidy y su familia siguen confinados en su hogar. Esperando que las medidas de protección preliminares sean aplicadas y que Maicol se recupere de las heridas propinadas por arma de fuego.