Cinco jóvenes neivanos, de manera altruista, se las ingenian para conseguir recursos que les permitan construir el techo de una escuelita ubicada en Lomas de San Pedro, en el norte de la capital huilense, y dotarla de mobiliario, y así lograr ponerla en funcionamiento. Ellos buscan más manos amigas que se unan a la causa.
Diario del Huila, Neiva
Por: Armando Parra Londoño
Construir un techo para una escuela ubicada en Lomas de San Pedro, un asentamiento en el norte de la ciudad de Neiva, es el propósito de Alexander Ortiz Ibarra, Gustavo Adolfo Heredia Conde, Viviana Marcela Ramírez González, Jesús Andrés Gasca y Marisol Murillo Castañeda, cinco jóvenes neivanos que buscan generar un impacto positivo en esta zona, donde la presencia del Estado es casi nula por ser asentamiento ilegal.
En medio de la adversidad y la falta de recursos, estos valientes jóvenes han decidido tomar las riendas de una situación desafiante y convertirla en una oportunidad para transformar vidas. Su historia es una inspiración de empatía y acción, una historia que merece ser contada y compartida.
“Nos dimos cuenta que existe una comunidad de cerca de 3 mil personas vulnerables que no tienen acceso a servicios públicos. El propósito de nosotros es entregarle todo el techo a la escuelita y dotarla de mobiliario incluyendo sillas, mesas, pizarrón y pañetado de las paredes, para ponerla en funcionamiento y brindar educación a los niños de esta zona desfavorecida”, contó Jesús Andrés Gasca al Diario del Huila.
Esta admirable iniciativa surgió después de que estos jóvenes completaron un proceso de formación en liderazgo y se dieron cuenta de la necesidad urgente de apoyar a una comunidad en desventaja. Fue entonces cuando llegaron a Lomas de San Pedro, una localidad desprovista de servicios públicos esenciales. A lo largo del tiempo, la comunidad se esforzó por levantar algunas paredes y construir un piso por sus propios medios, pero ahora se presenta la oportunidad de proporcionarles el techo y el mobiliario necesario para una educación adecuada. “Somos cinco personas trabajadoras, estudiantes que queremos llevar a esta comunidad una oportunidad para que sus hijos puedan recibir educación y ocupación del tiempo libre”.
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Llegar hasta Lomas de San Pedro, de por sí, ya es un desafío. La vía que conduce a este lugar es una carretera sin pavimentar, y debido a su estatus de asentamiento ilegal, la presencia del Estado es prácticamente inexistente. No se observa ninguna inversión gubernamental; en cambio, la comunidad ha dependido en gran medida de sus propios recursos y la solidaridad de aquellos que, como Alexander, Gustavo, Viviana, Jesús y Marisol, están dispuestos a tender una mano amiga.
La comunidad siente un fuerte deseo de contar con este espacio educativo y, en consecuencia, ha establecido alianzas para comenzar a buscar apoyo y financiamiento que permitan el funcionamiento de la escuela.
El proyecto
La iniciativa comenzó hace aproximadamente tres meses, y aunque han logrado recaudar casi el 50% del dinero necesario para el techo de la escuela a través de actividades como la venta de rifas y donaciones de empresas, aún necesitan generar el otro 50%. Por lo tanto, están haciendo un llamado a personas solidarias que deseen unirse a esta noble causa.
Jesús Andrés Gasca, uno de los líderes del equipo denominado «Morphosis», que busca generar un impacto positivo en la comunidad, afirmó: ‘Estamos trabajando contra el reloj y esperamos contar con manos amigas que quieran unirse a esta hermosa causa, todos y todas son bienvenidos, porque estamos convencidos que la unión hace la fuerza y que podemos aportar nuestro grano de arena para servirle a una comunidad que tanto necesita de presencia estatal’.
El equipo ha logrado una colaboración efectiva con la comunidad, que ofrece toda la mano de obra necesaria para la construcción del techo de la escuela. La primera compra de materiales está programada para los próximos días, y la comunidad está lista para aportar su tiempo y esfuerzo.
El objetivo final de esta noble iniciativa es impactar positivamente a aproximadamente 200 niños y alejarlos de los peligros de la calle, como la drogadicción y la delincuencia. Además, están buscando donaciones de instrumentos musicales y explorando posibilidades de colaboración con instituciones educativas para enriquecer la experiencia de aprendizaje de los estudiantes.
Los interesados en unirse a esta noble causa y contribuir a la ‘vaca’ de recursos que permitirá la construcción del techo y la dotación de la escuela, puede ponerse en contacto con el equipo liderado por Jesús Andrés Gasca llamando al número telefónico 3102800696. Cada donación, grande o pequeña, sin duda representa un paso más hacia un futuro mejor para estos niños y una comunidad que anhela oportunidades y un cambio positivo en sus vidas.
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