DIARIO DEL HUILA, INFORME
Así lo demostraron los índices de Índice de Progreso de la Juventud de la Red de Ciudades Cómo Vamos. Las desigualdades entre los jóvenes de las ciudades evaluadas son cada vez mayores a nivel general y en las tres dimensiones que componen su progreso social: necesidades humanas básicas, fundamentos de bienestar y oportunidades.
Este 23 de noviembre se dieron a conocer los resultados del Índice de Progreso de la Juventud 2016-2021(IPJ), que es liderado por la Red de Ciudades Cómo Vamos y Fundación Corona.
El IPJ tiene como objetivo analizar el progreso social de los jóvenes a partir de 51 indicadores organizados en tres dimensiones: Necesidades Humanas Básicas, Fundamentos de Bienestar y Oportunidades. Estas categorías permiten diagnosticar los retos y potencialidades de las ciudades en el bienestar de los jóvenes y, con ello, facilitar la toma de decisiones de diferentes actores frente a asuntos concretos de la calidad de vida de esta población en distintas ciudades del país.
“Dado que la población joven ha venido posicionándose cada vez más dentro de la agenda pública del país, el Índice de Progreso de la Juventud es una herramienta que puede aportar significativamente en el diseño, implementación y seguimiento de iniciativas de diferentes sectores dirigidas a que dicha población alcance su potencial, incluyendo la posibilidad de sumar a este ejercicio, la identificación de las afectaciones del COVID-19 sobre sus condiciones de vida, entre otros usos. Por ejemplo, el IPJ puede ser clave para los gobiernos nacional y territoriales en el diseño, implementación y seguimiento de políticas públicas y el direccionamiento de las inversiones”, afirmó Diego Maldonado, director de la Red de Ciudades Cómo Vamos.
Para esta versión, el Índice tuvo un crecimiento sostenido general entre 2016 y 2020, pasando de 66.5 a 70.2 puntos de 100; sin embargo, el análisis también dejó en evidencia que el progreso juvenil cayó un punto entre el año 2020 y el año 2021, viéndose afectada su tendencia de crecimiento anual por la llegada del COVID-19 a Colombia.
“El Índice encontró que las ciudades con mejor crecimiento económico no son las que cuentan con los mejores niveles de progreso social para la juventud. Igualmente, el IPJ muestra que las afectaciones de la pandemia se resumen en la pérdida de un año de avance que habían logrado las ciudades sobre el progreso social de sus jóvenes. Así, el avance que experimentaron entre 2018 y 2019 se pierde entre 2020 y 2021”, afirmó Daniel Uribe Parra, director ejecutivo de Fundación Corona.
En general
Desde una perspectiva general, el IPJ encontró que la ciudad con el mayor progreso juvenil es Manizales con 80.4 puntos, le sigue Montería y Medellín con 73.5 y 73.0 puntos, respectivamente. Ciudades como Ibagué, Pereira, Armenia, Cartagena y Cali presentaron los mayores crecimientos de progreso, mientras Bucaramanga, Bogotá, Cúcuta y Barranquilla registraron comportamientos de crecimiento moderado. En la parte final, se ubican Santa Marta, Buenaventura y Quibdó con 63.5, 64.4 y 55 puntos, respectivamente.
Así mismo, el análisis evidenció la existencia de desigualdades en el bienestar de la población joven entre las ciudades estudiadas.
“El Índice muestra una amplia brecha entre las ciudades con mayores y menores puntajes, reflejando una alarmante y creciente desigualdad en el progreso social de la juventud por ciudades. Esto debe ser tenido en cuenta con mucha atención, puesto que existen mayores brechas en sus garantías mínimas de supervivencia, en las bases que les permiten mejorar o mantener su calidad de vida y en las oportunidades que les permiten alcanzar su pleno potencial. Por cuenta de lo anterior, el diseño de diseño de políticas públicas deberá procurar atender las realidades de cada territorio, focalizando aquellos lugares donde el progreso social se encuentra especialmente rezagado”, dijo Diana Dajer, Gerente de Participación Ciudadana de Fundación Corona.
Algunas mediciones
La primera dimensión del IPJ evalúa las Necesidades Humanas Básicas a través de cuatro componentes: Nutrición y Cuidados Médicos Básicos, Agua y Saneamiento, Vivienda y Seguridad Personal. Esta medición permitió evidenciar que las Necesidades Humanas Básicas venían mejorando desde 2016. No obstante, a causa de la pandemia por COVID-19, entre 2020 y 2021 la dimensión cayó, haciendo que 12 de las 15 ciudades empeoraran su puntaje.
El componente Nutrición y Cuidados Médicos evidenció que solo tres ciudades reportaron una mejoría entre 2016 y 2021. Quibdó lidera el crecimiento en este aspecto con 1.5 puntos, seguido por Pereira 0.5 y Armenia 0.4. Por otro lado, Bucaramanga y Santa Marta reportan el peor desempeño en el componente para 2021.
En Agua y Saneamiento, cinco ciudades empeoraron en sus puntajes y, aunque los resultados fueron altos en la gran mayoría de ciudades, el resultado para 2021 es el peor en comparación con los años anteriores.
En materia de Vivienda, Montería presenta uno de los mejores cambios, con 13.6 puntos de aumento, seguida por Buenaventura, con 7.6 puntos de mejora. Santa Marta empeora significativamente, presentando uno de los peores cambios brutos entre los componentes en general y en el de vivienda en específico con –19,3 puntos.
En el componente de Seguridad Personal se evidenció una desmejora de los puntajes de las ciudades, pues el puntaje pasó de 72.8 a 69.8 entre 2020 y 2021 y se evidencia que solo tres ciudades mejoraron su puntaje: Cúcuta (+0.3), Barranquilla (+0.8) y Quibdó (+0.1). Además, es el componente de las Necesidades Humanas Básicas con mayores retos, pues presenta el peor puntaje de la dimensión (69.8). Esta situación preocupa pues la Seguridad Personal es fundamental para el progreso social al permitir a la juventud gozar de los demás componentes. Se estima que la dimensión siga cayendo en los próximos años por el aumento de homicidios.
Fundamentos del Bienestar
También se evaluaron los componentes de Acceso a Conocimientos Básicos, Acceso a Información y Comunicaciones, Salud y Bienestar y Calidad Medioambiental. Para esta dimensión, los resultados muestran que Manizales es la ciudad que mejor desempeño experimenta, pues ha sabido mantenerse entre las dos mejores durante el periodo calculado, llegando a conseguir un cambio bruto de 9.9 puntos entre 2016 y 2021. También se resalta el trabajo de Pereira, que ha tenido un cambio bruto de 7.8 puntos y de Ibagué con 6 puntos.
El componente Acceso a Conocimientos Básicos evidencia un descenso paulatino en el puntaje promedio de las 15 ciudades evaluadas, iniciando en el 2016 con 51.6 puntos y cerrando 2021 con 49.9 puntos. Bucaramanga y Bogotá son las ciudades con mejor puntaje para el año 2021, con 55,9 y 55, respectivamente. Buenaventura (37.8) se encuentra en el último puesto para el año 2021 y en general para el histórico del estudio, siendo la ciudad con mayores retos en este componente.
Salud y Bienestar creció en promedio para todas las ciudades, Cúcuta, Buenaventura y Montería encabezan la tabla en este componente. Cali y Pereira son las ciudades que cuentan con los mayores retos.
Por otro lado, el componente de Acceso a la Información y a las Comunicaciones obtuvo el mejor puntaje histórico en el periodo de estudio, llegando a 84 puntos en promedio y presentando un crecimiento constante leve. Bogotá y Medellín son los que puntean la tabla, siendo las dos mejores ciudades en este componente año a año desde el 2016. Por su parte, Quibdó y Buenaventura presentan los puntajes más bajos para el último año de estudio con 73.7 y 70.6 puntos respectivamente.
Oportunidades
Se evaluaron los componentes de Derechos Humanos, Libertad Personal y Libre Elección, Inclusión y Acceso a la Educación Superior. Esta dimensión fue la más afectada entre 2020 y 2021 por cuenta de la pandemia, tanto en puntaje como en brecha de desigualdad. En particular, los componentes de Acceso a la Educación Superior e Inclusión fueron quienes más se resintieron entre el periodo de pandemia.
Solo Manizales e Ibagué lograron durante pandemia mejorar el ritmo de crecimiento en esta dimensión. Otras ciudades, como Cartagena y Armenia se sostuvieron y las otras 11 presentaron disminución o caída en su ritmo promedio de crecimiento, manteniendo a esta dimensión con los retos más importantes para el progreso de la juventud colombiana.
En el componente Inclusión, Manizales y Armenia fueron las únicas ciudades que crecieron durante el periodo de pandemia, mientras que las 13 ciudades restantes decrecieron.
La medición del Acceso a la Educación Superior presentó el puntaje más bajo, siendo Bucaramanga quien encabeza el ranking y manteniéndose como líder, tal y como lo venía haciendo desde el inicio de este estudio; sin embargo, y de igual manera que el promedio general, Bucaramanga presenta el puntaje más bajo en su historia con 80.5 puntos.
Retos y aprendizajes
Las implicaciones de los retrocesos en el progreso juvenil gira entorno a la inestabilidad que puede ocasionar un futuro con jóvenes que no estarían alcanzando su pleno potencial, es por esto que las ciudades que garantizaron a sus jóvenes las condiciones mínimas de supervivencia y las bases para mejorar y mantener su calidad de vida, ahora se preocupan por mejorar las condiciones para que los jóvenes logren alcanzar su pleno potencial.
“El IPJ deja en evidencia que la desigualdad entre los jóvenes viene en aumento y es la dimensión de Oportunidades la más afectada por la pandemia, tanto en puntaje como en brecha. Las implicaciones de los retrocesos en esta dimensión giran en torno a la inestabilidad que puede ocasionar un futuro con jóvenes que no estarían alcanzando su pleno potencial. Se espera que los impactos de la pandemia se sigan reflejando en los próximos años en las Necesidades Humanas Básicas y Fundamentos de Bienestar”, puntualizó Diego Maldonado, director de la Red de Ciudades Cómo Vamos.