Mientras en el país rezábamos la novena y cantábamos villancicos, dos jugaditas de nuestros políticos se desarrollaban en las altas esferas del gobierno. De un lado, la bancada de gobierno, sí, la misma que se salió del recinto hace un par de semanas para dejar sin quorum la ley que definía al campesinado como sujeto de derechos (ver columna de 11 de Noviembre) volvió a salirse con la suya, se retiró del recinto y dejó sin posibilidades la ley que le recorta las vacaciones a los congresistas. De otro lado, en la Procuraduría se preparan para nombrar a 1208 nuevos funcionarios, en plena época electoral.
Cincuenta y seis senadores; entre ellos los cuatro huilenses: Esperanza Andrade, Rodrigo Villalba, Ernesto Macías y Rodrigo Lara Restrepo, se salieron del recinto, o en el peor de los casos, no asistieron a la sesión como nos tienen acostumbrados, dejando sin quorum el estudio del Proyecto de ley, que recorta las vacaciones de los cuerpos colegiados. Ellos a diferencia de todos los otros trabajadores del País, tienen cuatro meses de vacaciones pagas al año, mientras el resto solamente tiene quince días hábiles, en el mejor de los casos, porque los que laboran mediante prestación de servicio ni siquiera eso tienen.
Lo que causa curiosidad no es que Esperanza se haya salido, o no hubiera asistido, ya estamos acostumbrados, lo curioso es que ni Rodrigo Villalba, ni Ernesto Macías, ni mucho menos Rodrigo Lara lo hayan aprobado, intentando mejorar sus deterioradas imágenes ante la opinión pública, teniendo en cuenta que ninguno de los tres aspirara de nuevo a este cargo, ya sea por retiro, o por que inician una carrera hacia la presidencia.
De otro lado, el pasado veinticuatro de Diciembre, a la luz del nacimiento del niño Jesús, también vio la luz el decreto 1851 de 2021, firmado el mismísimo 24 de Diciembre, mientras Colombia celebraba, permitiendo la creación de mil doscientos ocho cargos nuevos en la Procuraduría General de la Nación, en pleno proceso de campaña electoral de Cámaras y Senado.
Así las cosas, nuestros “cínicos” senadores, nos siguen haciendo quedar mal. Nunca asisten a sesiones, pero cuando por fin lo hacen, se retiran del recinto en el momento preciso de aprobar, con la excusa de una gripe, un examen médico o ir al baño, cual niños de preescolar. Mientras tanto con todo el dinero que les pagan de vacaciones, con la posibilidad de realizar convenios interadministrativos al aprobar la modificación en su beneficio de la Ley de garantías, y ahora con tiempo disponible y finalmente con mil doscientos ocho nuevos puestos de trabajo para feriar, se acercan a la campaña electoral del próximo año, convencidos que el pueblo les va a apoyar, y así seguir anquilosados en el poder.
Mi aspiración es que dejemos la ingenuidad, salgamos masivamente a votar por gente nueva, trabajadora que quiera hacer lo mejor para su pueblo y no para su bolsillo; personas que de verdad se comprometan con los cambios; que pasemos de la indignación social y de las críticas en redes sociales, y nos hagamos sentir en las urnas, que #Seamoselcambio que un país en crisis necesita.
