Durante años se ha relegado al Kamasutra a un catálogo de posturas sexuales. Si bien el libro original consta de siete capítulos y solo en uno de ellos se abordan las famosas 64 posturas sexuales, lo cierto es que en este se abordan otros temas relevantes sobre las relaciones amorosas que superan las fantasías para dar una mirada al culto al cuerpo, la importancia de una vida sana y el respeto mutuo entre los implicados.
El libro de Gabriel J. Martin y Sebas Martín es la ‘biblia’ para entender cómo conocer los cuerpos y obtener placer sexual, además, echar una mirada al Kamasutra gay del siglo XXI que también es recorrer una publicación que va más allá de una guía con posiciones sexuales. El libro, escrito a cuatro manos, está pensado para ser práctico y permite explorar, sin ningún tabú y en un lenguaje divertido y directo, todos los aspectos a tener en cuenta a la hora de buscar el placer y la satisfacción por medio del conocimiento de los cuerpos.
El primer capítulo, desde esa perspectiva, permite a sus lectores identificar cuál es su estilo sexual. Para contribuir en ello, recurre a un test en el que el lector da respuesta numérica a preguntas íntimas, para posteriormente, de acuerdo al resultado arrojado, intentar identificar y comprender cuál es su perfil. Con esto, los autores naturalizan las diferentes formas en las que la sexualidad puede expresarse y dan cuenta cómo dichas características inciden en la autoestima.
En medio de un mundo en donde las relaciones se hacen más efímeras, el sexo parece simular unos cuantos minutos de una película porno y los cánones de lo que es bello son estandarizados por la publicidad, este Kamasutra abre espacio a la reflexión, pues como bien lo señalan sus autores, “ayudará a sentirte más seguro de tus habilidades, aunque no debes olvidar que la maestría se consigue practicando y que jamás dejarás de aprender”.
Bajo esa lógica, la publicación es tajante en que la belleza física no guarda relación con “follar bien” y que, si bien existe variedad de cuerpos, grandes, pequeños, altos, bajos y miembros de todos los tamaños, al final, la comunicación es una de las claves. Es por eso que, los autores también plantean una serie de estados por los que pasan todas las relaciones sexuales: la excitación, la meseta, el orgasmo y el período refractario, que deben ser entendidos para que se prolongue el placer y el encuentro sea más provechoso.
Explican así una parte muy importante para fomentar la excitación son las caricias, entender cómo darlas y en qué lugares para que el pasivo se dilate y entonces, cuando sea el momento de dar rienda suelta a las posturas, todo fluya. Previo a las formas que se pueden llevar a cabo entre dos o más participantes durante el acto sexual, los autores entregan consejos para pasivos y activos, y enseguida, una serie de posiciones muy prácticas a prueba de lesiones musculares y que van desde aquellas que hacen parte del grupo del perrito, grupo del cowboy, grupo del misionero, pasando por las posturas de pie, de tumbados, las posiciones para chicos trans y aquellas en las que más de dos personas se involucran.
Finalmente, con todas estas explicaciones dadas a profundidad y sin espacio para los tabúes o verdades a medias, el texto viene acompañado de ilustraciones que hacen referencia explícita a aquello que pocas veces se menciona, y que desde un punto de vista de los autores, hay que comenzar a hablar pues al final, solo cuando los órganos sexuales y el resto de las partes del cuerpo se reconocen a través del lenguaje, es posible alcanzar el culmen de la liberación sexual y dejarse llevar por el los gustos ignorando todo tipo de estereotipo.