Por: Adonis Tupac Ramírez
El cáncer de cavidad oral es una de las neoplasias más comunes en la región de la cabeza y el cuello, y su incidencia está en aumento en Colombia. A pesar de los avances en el tratamiento, la prevención sigue siendo la mejor estrategia para combatir esta enfermedad. En mi experiencia como cirujano de cabeza y cuello con más de 15 años en el campo, he observado que una comprensión clara de los factores de riesgo y la implementación de medidas preventivas efectivas pueden marcar una gran diferencia en la vida de los pacientes.
El cáncer de cavidad oral está relacionado con varios factores de riesgo, siendo el consumo de tabaco y alcohol los más significativos. El tabaco, en cualquiera de sus formas (cigarrillos, puros, tabaco de mascar), es un carcinógeno bien establecido que aumenta considerablemente el riesgo de desarrollar cáncer en la boca. El alcohol, cuando se combina con el tabaco, potencia aún más este riesgo, creando un efecto sinérgico que eleva las probabilidades de padecer esta enfermedad.
Además del tabaco y el alcohol, la infección por el virus del papiloma humano (VPH), particularmente el tipo 16, ha emergido como un factor de riesgo importante. El VPH es conocido por causar cáncer orofaríngeo, pero también se ha encontrado en una proporción significativa de casos de cáncer de cavidad oral. Las prácticas sexuales de riesgo y la falta de vacunación contra el VPH son factores que incrementan la exposición a este virus.
Otro factor de riesgo que no podemos pasar por alto es la exposición prolongada al sol, especialmente para los cánceres que se desarrollan en los labios. En Colombia, con su alta radiación solar, es crucial que la población tome medidas de protección, como el uso de bloqueador solar y sombreros de ala ancha.
La prevención del cáncer de cavidad oral comienza con la eliminación o reducción de los factores de riesgo. Dejar de fumar es una de las decisiones más importantes que una persona puede tomar para reducir su riesgo de desarrollar cáncer oral. Asimismo, la moderación en el consumo de alcohol es clave para disminuir las probabilidades de padecer esta enfermedad.
En cuanto al VPH, la vacunación es una herramienta preventiva poderosa. La implementación de programas de vacunación masiva contra el VPH, tanto en niñas, niños, y adultos puede reducir significativamente la incidencia de cáncer relacionado con este virus en el futuro.
La detección temprana es otro pilar fundamental en la lucha contra el cáncer de cavidad oral. Las visitas regulares al odontólogo no solo son importantes para mantener una buena salud bucal, sino también para la detección precoz de lesiones sospechosas. Las personas deben estar atentas a signos como llagas que no cicatrizan, manchas blancas o rojas en la boca, y cualquier bulto o engrosamiento en la cavidad oral. Ante la presencia de estos síntomas, es crucial buscar atención médica de inmediato.
Por último, la educación y la concientización juegan un papel vital en la prevención. Es fundamental que la población esté informada sobre los riesgos y las medidas preventivas que pueden tomar. Campañas de salud pública, charlas en comunidades y esfuerzos educativos en escuelas y lugares de trabajo son herramientas que pueden cambiar el rumbo de esta enfermedad.