Aunque hemos dado nociones sobre el papel de la educación en la gestión ambiental del Estado e incluso, hemos destacado la labor que vienen desempeñando las universidades regionales en la divulgación de los bienes ambientales de Colombia, en la concientización sobre la necesidad de conservar y recuperar nuestro ambiente y en la definición del desarrollo sostenible, nunca hay que dejar de relievar el peso que tiene la educación en una política y acción ambiental.
La cátedra ambiental se ha impuesto definitivamente en todas las universidades. Facultades o programas se vienen ofreciendo a la comunidad universitaria sean asignaturas obligatorias o electivas. ¡Y qué importancia tiene esto! Ya tenemos profesionales y especialistas en varias áreas del conocimiento ambiental con especializaciones, maestrías y doctorados.
Se están preparando profesionales que son capaces de crear desarrollo, crecimiento económico y elevación de nuestro nivel de vida sobre la base de usar los recursos naturales que lo hacen posible, pensando en el futuro y sus generaciones: desarrollo sostenible. Ellos garantizan que el futuro del sur colombiano sea más promisorio, pues lograrán, bajo un concepto de sostenibilidad y racionalidad, de sentido común, ético y sosegado que el desarrollo sea real, sostenido pero sostenible.
En el caso ya concreto de la carrera de Derecho, el propósito es el de poder interpretar las nuevas realidades sociales y poder traducirlas en soluciones emanadas de las autoridades administrativas y de justicia encargadas para ello. En administración de empresas, lo es el de establecer nuevos métodos de racionalización e inventario de los recursos naturales. En contaduría, el de valorar los costos de usos y el de los impactos ambientales generados por la actividad humana. En ingeniería ambiental el de poder construir y administrar obras de saneamiento básico y mejoramiento del entorno natural; igual que para la ingeniería civil. En fin. Cada carrera o programa hace de la cátedra ambiental un instrumento para el logro de su propósito profesional.
En la carrera de Derecho, se lleva al estudiante a descubrir que la problemática relacionada con las relaciones que se forman por el deseo y necesidad de acceder al uso de los elementos de la naturaleza se pueden solucionar mediante una adecuada regulación, que existe una intrincada organización del Estado para administrar el medio ambiente, que está establecido un procedimiento adecuado para sancionar a los contraventores de la normatividad y que la jurisprudencia ya es abundante para llenar vacíos normativos. Se espera que contribuyan los abogados a prevenir los problemas y conflictos que tanto terminan en violencia.
