Con 87 años de edad, de los cuales 65 de ellos han sido dedicados a su vocación sacerdotal, monseñor Libardo Ramírez Gómez sigue muy activo en la vida pública.
El prelado nacido en Garzón ha ocupado diferentes dignidades dentro de la Iglesia Católica donde se destacan Obispo de las diócesis de Armenia y emérito de Garzón y Vicario del Tribunal Nacional de Apelaciones de Colombia, pero también ha dejado testimonio de su pensar y actuar a través de diferentes escritos, siendo autor de más de doce libros, memorias, recuerdos, y trabajos de índole religioso, como también innumerables columnas de opinión en El Nuevo Siglo y Diario del Huila.
Monseñor Ramírez Gómez se apresta ahora a presentar una nueva obra, ‘La Colombia que he vivido’, donde reseña sus vivencias generales y espirituales, donde se reseña en la presentación del mismo que “pensando que en medio de una limpia ‘búsqueda de la verdad’ de lo acontecido en Colombia, puedo dar testimonio sincero, y según mi verdad, sobre lo que he percibido en mis ya largos años de vida, he decidido escribir estas líneas impregnadas de gran amor por mi Patria amada”.
Y esa es una de las cualidades que han caracterizado a monseñor Libardo Ramírez, su gran amor por la Patria, de ahí que su voz se hace importante como guía espiritual y social, especialmente en este departamento que tanto necesita de sus orientaciones nacidas de su experiencia.
“Si pasamos a la paz que buscamos, no es con la fuerza de las armas, ni con violencia, ni con dinero mal habido, ni en actuaciones corruptas, sino en la suave brisa de la honestidad, la solidaridad, la oración”, expresa Monseñor haciendo referencia al profeta Elías, quien aparece en el Primer Libro de los Reyes (19,11-13), buscando serenidad y paz, con la presencia de Dios.
Indica así mismo en su presentación que “En el rumor bélico que se siente en las realidades generales de las que hablo en la Primera Parte de este escrito, no ha sido fácil llegar al ambiente serenos de paz, pero, en el secreto del alma, conservado aún en los rumores de guerra las realidades espirituales si nos dejan testimoniar paso ambiente de paz”.
Quien mejor que él, para dar testimonio de paz y fortaleza por su amplia trayectoria durante décadas muy difíciles para nuestro país, pero que ha sabido ser la luz en el camino para muchos y como dice al cierre de la presentación de la obra. “Mi testimonio, en medio de mis flaquezas, es tratar de vivir a la luz de su palabra y con vida de verdadero hombre, siempre unido a Dios padre”. Un escrito que seguramente no hay que dejar de leer.