Por: Camilo Guzmán S.
A pesar de que los partidos de “centroderecha” en Colombia sacaron sumados la mayoría de los votos a Senado y Cámara, fueron los grandes derrotados de la jornada electoral del pasado domingo. Sumados sacaron un poco más de 7.8 millones de votos, 2 millones menos que en el 2018 cuando tuvieron cerca de 9.8 millones. ¿Qué tal que no estuvieran gobernando?
Por otro lado, los grandes ganadores de la jornada son los partidos de “izquierda”, que pasaron de 1.3 millones en 2018 a 2.8 millones en 2022. Aumentaron 1.5 millones de votos. ¿De dónde pudieron salir? El centro, también aumentó su votación en 1.1 millones de votos, entonces no se podría concluir que personas de centro pasaron a la izquierda. Lo que parece más probable es que esos 2 millones de votos perdidos de la “derecha” los robó muy hábilmente la “izquierda” más radical. ¿Cómo ocurrió?
Identifico dos razones: la pésima comunicación, el flojo liderazgo y la ausencia de una estrategia política del presidente Duque; y el haber abandonado los principios ideológicos de la “derecha” para entrar a jugar en el campo del populismo, en donde los socialistas tienen mucha más experiencia y más facilidad para engañar.
El gobierno Duque analizado racionalmente está lejos de haber sido malo, al menos no como lo perciben, pero al final lo que importa en medio de una elección no son los resultados sino las opiniones. El Presidente no aprendió en estos cuatro años a comunicar y eso que se dio el lujo de tener dos consejeros para ese tema, tampoco comprendió que es igual de importante ejecutar que hacer política, y que a pesar de lo que dijo desde el primer mes de gobierno, la popularidad si es un tema importante y que debe tratar de mantenerse alta. Al final, los colombianos cobraron a los partidos de gobierno los errores de Duque en materia de política. Esto es una lección para Federico Gutiérrez.
Pero no todo es culpa de Duque, los partidos de “derecha” encabezados por el Centro Democrático y su líder natural el expresidente Uribe, decidieron abandonar sus principios, especialmente los referentes a la libertad económica o como la llamaban “confianza inversionista”. Para tratar de pescar en ese rio revuelto de la opinión pública colombiana empezaron a proponer medidas populistas, iniciaron con una prima extra y la reducción de la jornada laboral en el primer año del gobierno Duque, y continuaron con más subsidios, aumentar el salario mínimo de forma desproporcionada, controles de precios, más aranceles a las importaciones, aumentar la deuda pública y hasta atacar la independencia del Banco de la República y luego pedir inyecciones de dinero (similar a imprimir billetes). Entrar al juego del populismo pasó una importante cuenta de cobro, los votantes al parecer prefirieron el original (la izquierda) a la copia (la derecha) en materia de propuestas facilistas a problemas complejos.
Para no continuar la debacle, los partidos de centro derecha deben retomar sus principios, volver a defender la libertad y el orden, evitar caer en el populismo y por el contrario mantenerse como partidos serios que toman decisiones basados en la evidencia, siempre pensando en lo mejor para Colombia sin importar que algunas de estas medidas sean impopulares. Si no lo hacen, independiente al resultado presidencial, solo estaremos comprando tiempo.
