Por: JUANITA TOVAR SANDINO
La historia del tedioso juicio contra el periodista Alberto Salcedo Ramos parece estar llegando a su fin, luego de ser absuelto por un juez por el delito de acto sexual violento agravado, todo porque fue denunciado por la ex actriz porno Amarantha Hank y otra mujer llamada Angie Castellanos, por hechos ocurridos en Bogotá.
Angie Castellanos Guzmán denunció que el 29 de julio de 2011 se encontró con Alberto Salcedo para tomar un café, pero al estar cerrado el lugar, fueron al apartamento de él. En el ascensor, según ella, él la besó a la fuerza y luego, en el apartamento, insistió en que se recostara sobre su pecho para ver un partido de fútbol, tocándola y besándola nuevamente. Posteriormente, en la biblioteca, Salcedo Ramos la hizo sentarse en sus piernas y la juntó contra su cuerpo, lo que llevó a la mujer a levantarse y abandonar el lugar. Según Castellanos, estos tocamientos ocurrieron sin su consentimiento.
Amarantha Hank, periodista y ex actriz porno, denunció que el 7 de marzo de 2013 ella y Alberto Salcedo estaban en un bar en Usaquén, y al caminar unas cuadras, él la agarró de la mano, la lanzó contra una reja y la besó a la fuerza. Luego, tomaron un taxi y fueron al apartamento de él en Chapinero Alto, donde según ella, él la forzó a tocarle su parte íntima, todo contra su voluntad y la llevó a la habitación y la haló al punto de dejarla arrodillada sobre él en la cama. La actriz porno le dijo que no se sentía cómoda en ese momento y que mejor continuaban al día siguiente. Supuestamente el periodista, al notar el rechazo de ella, desistió de continuar con sus acciones.
En el expediente se evidenciaron chats entre Salcedo y las dos mujeres, donde coqueteaban y además acordaban los encuentros. Lo cierto es que las denuncias las presentaron estas mujeres años después de los hechos, y las presuntas víctimas sostienen que las acciones de Salcedo fueron sin su consentimiento y aprovechando su prestigio como periodista, lo que les impidió denunciar antes, dicen ellas, por temor a perjudicar sus carreras. De hecho, ellas contaron que se acercaron a él porque lo admiraban profundamente por ser un cronista reconocido y ellas eran estudiantes de periodismo en ese entonces.
El juicio ha sido una guerra jurídica bien interesante porque la Fiscalía, los apoderados de las víctimas y la Procuraduría sostienen que las conductas de índole sexual efectuadas por el periodista Alberto Salcedo se dieron contra la voluntad de las mujeres y mediando violencia. Pero por otro lado, la defensa de Salcedo ha sostenido que todo se trató de relaciones consentidas entre adultos, producto de un cortejo amoroso previo.
Durante todo el juicio siempre se pensó que el periodista iba a ser condenado, pero resulta que en un fallo histórico bajo la coyuntura que vivimos en materia de protección a la mujer, Alberto Salcedo fue absuelto en primera instancia por duda razonable. “Conforme a la prueba testimonial y documental incorporada, de cara al encuentro de dos posiciones contrapuestas con similar capacidad demostrativa, vence la duda”, reza la sentencia que le quitó la responsabilidad por estos hechos al periodista. El juez argumenta que debe absolver si las pruebas no generan convicción más allá de toda duda razonable, y que aunque los abogados de Salcedo no probaron su inocencia, la Fiscalía tampoco demostró la culpabilidad del acusado, argumentando que no se puede confiar completamente en las declaraciones de las víctimas y existen pruebas que apoyan tanto la inocencia como la culpabilidad, se establece una duda insuperable a favor del acusado, resultando en su absolución.
Lo cierto es que todo parece indicar que el periodista ya casi sale de este problema, aunque no puede cantar victoria, porque esta sentencia que lo absolvió aún no ha quedado en firme, pues la fiscal, víctimas y Procuraduría apelaron la decisión del juez, y esto lo debe resolver el Tribunal Superior de Bogotá, quien define si deja en firme o revoca la absolución de Alberto Salcedo Ramos. ¿Usted a quién le cree, a las mujeres o al periodista?