Álvaro Hernando Cardona González
No podemos desperdiciar la oportunidad, que ofrece tanta incertidumbre económica este año, para explicar algunos aspectos que surgen de la evaluación desde la perspectiva ambiental. Es inevitable: al fin y al cabo no hay actividad humana que no tenga un impacto sobre el medio natural. ¡Ninguna!
La teoría económica tiene al menos tres maneras para abordar el tema del mejoramiento ambiental. La primera de ellas, cuando define, en términos económicos, las realidades ambientales; es decir la teoría económica puede contribuir a la identificación de las causas de degradación o destrucción ambiental o, las estrategias para su mejoramiento. Desde la economía clásica, se ha demostrado que los patrones seguidos por la humanidad, desatan un deterioro en el ambiente natural. Los procesos de producción degradan y agotan el ambiente, generando dos clases de costos: los soportados por la sociedad como “costos sociales” y los costos que son asumidos por los productores porque son ellos los que deben asumirlos; son los “costos privados”.
La segunda, las herramientas e instrumentos económicos pueden ser utilizados para alcanzar metas ambientales, como la reducción y posterior control de la contaminación. Estas herramientas pueden ser agrupadas en: 1) Herramientas de regulación económica: que corresponde a la intervención estatal sobre las actividades de los entes privados. Por ejemplo, al establecer incentivos para evitar la destrucción ambiental a través de la regulación económica, se están obteniendo fondos para un posterior control y acción ambiental. 2) Herramientas basadas en mecanismos del mercado: al incluirse los costos de deterioro ambiental o los de la lucha contra la contaminación, se pueden integrar exitosamente los diferentes enfoques económicos para la internalización de las externalidades y, 3) Herramientas de autorregulación: la base de este método es que la industria y por ende los negocios, están en capacidad de autorregularse de manera que no solo se promuevan sus intereses particulares sino aquellos de la comunidad en general; aquí hay un poco de lo que se denomina responsabilidad social corporativa.
Y la tercera manera para abordar el tema del mejoramiento ambiental, son los mecanismos que tienen en cuenta el impacto ambiental. Ciertamente, la economía ofrece varios métodos para la valoración de costos, pero no indica bajo qué circunstancias se deben aplicar. Esta noción, sigue siendo subjetiva, es decir, cada quien valora el daño al ambiente desde su perspectiva.
No hay que perder de vista que esta crisis básicamente tiene sus causas en el hecho de que los recursos que hacen posible la producción y el crecimiento, se agotan cada vez más rápido; apreciamos equivocadamente la pobreza, pues esta impacta más al entorno (duro, pero cierto) y; somos más y más, demandando recursos naturales y contaminando. ¿Eso es inexorable?