Atalaya
Por: Libardo Montealegre Murcia
La emergencia económica es un instrumento extremo que prevé la constitución nacional para que el gobierno afronte situaciones de desastre natural o económico en que se vea inmerso en un momento dado el país. El presidente de la República ha manifestado su decisión de utilizar este instrumento que le permitirá gobernar por decreto y sin control como es su no oculta intención.
En principio, la emergencia económica puede permitirle al gobierno reordenar el presupuesto nacional, crear impuestos, reorganizar el aparato estatal, imponer normas, en síntesis, es un instrumento que puede crear un dictador con solo la firma de sus ministros y el consentimiento de una corte constitucional que ha demostrado su orientación ideológica cercana a las pretensiones hegemónicas del actual presidente.
Ni que decir del congreso, cooptado por el ejecutivo, que sin chistar apalancara las decisiones que tome el ejecutivo amparado en la constitución nacional que prevé la emergencia económica.
Es peregrina la teoría que la emergencia económica se va a dictar para enfrentar un hipotético invierno devastador que va a ocurrir en los próximos meses. ¿Quién avala esa previsión, serios estudios de prospección meteorológica? No, la activista ministra de ambiente cercana a los afectos y propuestas de su presidente sin importar lo inverosímiles que estas sean, es quien avala esta predicción del invierno supuestamente catastrófico por venir.
Todo esto en línea con otra ministra activista como es la de minas y energía que no tiene ningún rubor en proponer la terminación de la exploración y explotación del gas natural y del petróleo en el país, sin importar los desarrollos industriales y residenciales que se han hecho con el gas en los últimos 40 años. La revisión de las licencias mineras, con un incierto camino a su revalidación, creando inseguridad jurídica en ese sector, pero también en otros sectores con la amenaza de cambiar la regulación en el sector eléctrico que es lo que subyace en el anuncio que el gobierno se va a tomar , sí a tomar , la CREG que es la Comisión de Regulación de Energía y Gas, con el pretexto de intervenir las tarifas de energía en la costa caribe. Presumo que es el primer paso para luego con cualquier argumento también anunciar la intervención de la Junta Directiva del Banco de la República.
Las señales no son nada buenas para la seguridad jurídica en los negocios, para estimular la inversión que genere empleo, para el fortalecimiento de sistemas como el de la salud y la educación , para la certeza que tendremos un gobierno para todos no solo para los sectores antisistema que quieren tierra arrasada , y creen que son los nuevos adanes en el primer día de la creación .
Ese es el trasfondo de la idea de utilizar la emergencia económica, creer que se está en el primer día de la creación del estado y que hay que demoler todo para instaurar la distopia del bienestar de unos a costa de la destrucción de otros.
