Altimetría, perfil y recorrido de una jornada que podría ser decisiva en la lucha de la clasificación general, que lidera el ecuatoriano Richard Carapaz.
Después de la jornada del Mortirolo el Giro sigue la semana decisiva con otra buena ración de montaña. La decimoséptima etapa entre Ponte di Legno y Lavarone, de 165 kilómetros y 3.740 metros de desnivel, presenta un inicio y un final explosivos con tres puertos de montaña, aunque la jornada no termina en alto.
Una etapa que tiene dos partes bien diferenciadas. Nada más salir de la localidad lombarda de Ponte di Legno el pelotón tendrá que ascender el Passo del Tonale, puerto no puntuable, de 8,6 km al 6,3 de pendiente media.
El primer esfuerzo se compensará con una larga bajada de 70 km. Después de cruzar el Río Adigio, la ruta entra en una tramo escarpado, exigente, empezando con la subida a Giovo (puerto de tercera categoría, con 5,9 km al 6,8). Desde la cima otros 30 km hasta el pie de la siguiente dificultad, de primera categoría, el Valico del Vetriolo (11,8 km al 7,7), que se subirá por una nueva vertiente.
Después de otro descenso de 12 km, el pelotón tomará la carretera del Menador con sus cerradas curvas en horquilla y los túneles típicos de las carreteras excavadas en la roca en tiempos de guerra.
La subida termina en el alto de Monterovere (1a,8 km al 9,8 por ciento). Tras 6 kilómetros ondulados, nada fáciles, espera la meta en Lavarone.