Aníbal Charry González
Francia Márquez la verdadera negra grande de Colombia, ganadora del premio Goldman equivalente al premio Nobel por sus luchas por el medio ambiente y que será nuestra próxima vicepresidenta, en un discurso ya memorable, citando un bello y dramático poema del escritor uruguayo Eduardo Galeano, afirmó que en el gobierno de Gustavo Petro sería representante de los nadies que transcribo a continuación para comprender su real significado. “Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos: que no son, aunque sean. Que no hablan idiomas, sino dialectos. Que no hacen arte, sino artesanía. Que no practican cultura, sino folclore. Que no son seres humanos, sino recursos humanos. Que no tienen cara, sino brazos. Que no tienen nombre, sino número. Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local. Los nadies que cuestan menos que la bala que los mata”.
Pues bien: En este país plagado de nadies, olvidados y reprimidos por todos los gobiernos que se declaran farisaicamente en campaña como los presidentes de la gente, como lo hace el candidato continuista del régimen Federico Gutiérrez -cuando los nadies ya saben que no se refieren a ellos sino a las oligarquías de siempre para las cuales gobiernan cuando llegan al poder-, el próximo domingo 29 de mayo les llegó la hora de elegir en primera vuelta , porque es ahora, a unos verdaderos representantes de sus intereses sociales para sacarlos de sus aberrantes penurias de violencia, represión y miseria, -como son los candidatos del Pacto Histórico, Gustavo Petro y Francia Márquez-, sistemáticamente abandonados a su perra suerte por un régimen de oprobio, que insisten en mantener con marrullas y metiendo miedo sus ominosos privilegios, a costa del padecimiento de millones de nadies, que casi corresponden a la mitad de nuestra población.
Porque después del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán hace 74 años, auténtico representante de los nadies de siempre, nuestro país no había vuelto a tener otro genuino representante como Gustavo Petro para tener verdaderas esperanzas de redención social con sus propuestas de gobierno con talante de estadista, que prometen un real cambio para convertir a nuestro país en una potencia de la vida desarrollando el capitalismo para que sea productivo y distribuya la riqueza en un país feudal con una concentración extrema de esa riqueza en pocas manos, apuntalada en la exclusión y la violencia contra esos millones de nadies que no han tenido gobiernos que se conduelan de su indigencia que nos avergüenza ante propios y extraños.
Y es que ha llegado la hora que los nadies, o sea el agobiado pueblo raso colombiano, demuestren el próximo domingo, que no siguen siendo una multitud anónima de siervos como dijera Gaitán malogrado por el establecimiento para llegar a la Presidencia, acudiendo masivamente a las urnas para votar por Petro eligiéndolo en primera vuelta, como lo haré yo en solidaridad con los millones de nadies sempiternamente ninguneados y discriminados por una clase política voraz, corrupta, indolente, y violenta.
