Con éxito rotundo se llevó a cabo en Barranquilla el evento Retail Farma, el encuentro más importante del sector de droguerías en la región. Entre los temas más destacados y de vanguardia que se discutieron en esta reunión empresarial, la inteligencia artificial (IA) fue el principal protagonista, demostrando su creciente impacto en la industria farmacéutica.
Diversos conferencistas subrayaron las múltiples ventajas que la IA ofrece a los negocios farmacéuticos, señalando que su uso no es una novedad en este sector. Desde hace varios años, la industria ha implementado modelos complejos de IA en el análisis de enfermedades, y su relevancia ha aumentado significativamente.
Actualmente, existe una gran variedad de software basado en deep learning (aprendizaje profundo) que puede predecir las estructuras de casi todas las proteínas conocidas. Este avance está transformando nuestra comprensión de las enfermedades y su tratamiento. La IA generativa está desencadenando una verdadera revolución en la industria farmacéutica, con beneficios que incluyen el descubrimiento rápido de nuevos fármacos, ensayos clínicos más eficientes y aprobaciones regulatorias más ágiles.
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La capacidad de la IA para aumentar la productividad es una auténtica mina de oro para la industria. Facilita la identificación de compuestos para nuevos medicamentos, acelera su desarrollo y aprobación, y mejora las estrategias de comercialización. Según un análisis del Instituto McKinsey Global (MGI), que modeló 63 casos de uso de IA generativa en las ciencias biológicas, el impacto económico potencial de estas tecnologías es vasto.
El informe de MGI prevé que el área comercial de la industria farmacéutica podría generar entre 18.000 y 30.000 millones de dólares anuales gracias a la IA. La investigación y el descubrimiento temprano de fármacos podrían aportar entre 15.000 y 28.000 millones de dólares anuales, seguidos por el desarrollo clínico. Estos números, aunque parciales, ofrecen una visión prometedora de la próxima revolución en ciencias biológicas impulsada por la IA.
La aceleración en el descubrimiento de fármacos permitirá tratar enfermedades de manera más rápida y eficiente, liberando recursos para áreas desatendidas. Además, la capacidad de la IA para extraer patrones de grandes conjuntos de datos de pacientes facilitará el desarrollo de tratamientos personalizados, mejorando así los resultados clínicos.
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