ERNESTO CARDOSO CAMACHO
A medida que transcurre el gobierno del PH orientado por el liderazgo del presidente Petro, se hace cada vez más evidente la insensatez de los dirigentes de los partidos tradicionales, la cual se observa en varios aspectos.
Por una parte, les da miedo hacer una verdadera oposición democrática en el Congreso porque no quieren perder las enormes cuotas políticas que aún mantienen en todas las esferas de la administración pública, con las cuales acceden a contratos para sus clientelas electorales y para sus contratistas de obras civiles y suministros que les financian los gastos de su reelección.
De otro lado, no tienen vergüenza en acomodar las convicciones ideológicas, programas y banderas de sus respectivas colectividades políticas, a los intereses del gobierno de turno; negociando vulgarmente su legado histórico que en el presente caso constituye una verdadera acrobacia propia del mejor espectáculo circense que habrá de sepultar las escasas preferencias que aún mantienen entre sus militantes.
Lo que apreciamos ahora en relación con las elecciones territoriales de octubre, en donde tales dirigentes desesperadamente buscan defender sus propios intereses personales, constituye la mejor evidencia de su lánguida desaparición como colectividades políticas históricas, para comprobar que son solamente maquinarias clientelistas para otorgar avales y alimentar el círculo vicioso de la politiquería y la corrupción.
El mejor ejemplo lo estamos viendo en el liberalismo, CR y la U; cuando con bombos y platillos anunciaron apenas hace 20 días que conformarían una gran coalición de centro derecha para enfrentar en el congreso las políticas reformistas del gobierno Petro y buscar candidatos de consenso para derrotar a los candidatos del PH en gobernaciones y principales alcaldías del país.
Como dice el refrán popular “ mucho tilín tilín y nada de paletas”. Aquí no mas estamos presenciando aterrados, como los congresistas de CR anunciaron con gran pompa el coaval para el candidato del gobierno al legendario Rodrigo Villava, mientras su jefe Vargas Lleras anunciaba a nivel nacional su recia oposición. Así, muy pronto veremos como los dirigentes de la U se sumarán a dicha candidatura, al igual que algunos dirigentes del partido Conservador.
Pero claro, el anzuelo será el mismo cuento de siempre. Un gran frente regional para que, los mismos de hace 25 años, responsables directos del atraso y del estancamiento que padece la región; de la extensión de la pobreza y la falta de oportunidades especialmente para los jóvenes; continúen con sus conocidas mañas de clientelismo y corrupción.
Mientras tanto, seguirán creciendo la violencia y la inseguridad urbana y rural, el boleteo, la extorsión y la criminalidad.
En las voluntades y la decisión electoral de un poco más de un millón doscientos mil huilenses reposa el verdadero futuro de la región. Sería desastroso que el candidato de tal frente regional, cargado de honores, de poder político, de dinero y de tan malas compañías, fuera elegido el próximo 29 de octubre.
Por fortuna, existe una nueva y verdadera alternativa frente a ese oscuro panorama.
EDWIN VALENCIA RODRÍGEZ, plateño, candidato joven de apenas 44 años, empresario del café, no comprometido con las roscas políticas, con gran perfil profesional y amplia experiencia en los temas de la agroindustria; que además podrá atraer importantes inversionistas nacionales y extranjeros para fomentar el emprendimiento, el empleo y el turismo por su desempeño como Director de Procolombia en Brasil; constituye sin duda alguna la gran esperanza para derrotar a esa clase dirigente enquistada en el poder desde hace 25 años, durante los cuales solamente han progresado sus respectivos patrimonios económicos a costa del atraso, la pobreza y la falta de oportunidades para la inmensa mayoría de huilenses.
La oportunidad de renovación generacional esta a la vista. No más clientelismo y corrupción.