La mariposa colibrí es una voraz polinizadora. Con su característico vuelo, esta polilla diurna juega un papel clave en la polinización de pequeñas flores.
DIARIO DEL HUILA, MEDIO AMBIENTE
La mariposa o esfinge colibrí (Macroglossum stellatarum) es una bella polilla diurna. Con su gran control de vuelo y su alimentación, desempeña un papel clave en la polinización de muchas plantas silvestres y huertos.
Por anecdótica que pueda resultar esta característica, es necesario recalcar la esencial importancia de la flora en los ecosistemas. Esta es la base de la cadena trófica que interconecta a todos los seres vivos, y por ello, la presencia de polinizadores en el medio que fomenten su reproducción es básica.
Una mariposa singular
La mariposa colibrí es, sin duda, un insecto peculiar. Pertenece a la familia de los esfingílidos, un grupo de mariposas caracterizado por su particular forma redondeada y sus alas estrechas y de gran envergadura. El nombre de esfinge proviene de la atípica forma de sus larvas, con unas cabezas levantadas que recuerdan a esta figura mitológica.
En realidad, esta mariposa es una especie de polilla, pero al contrario de lo habitual, se caracteriza por sus hábitos diurnos. Es común verla libando en los campos del sur de Europa y escuchar su característico zumbido. La mariposa colibrí es uno de los insectos alados más impresionante que la fauna puede ofrecernos.
¿Pájaro o polilla?
Aunque incluso la familia a la que pertenece la mariposa colibrí es particular, esta especie tiene una serie de rasgos distintivos. Lo más llamativo es su curiosa forma de volar, que recuerda a la de un colibrí.
Su larga espiritrompa y la rapidez con la que bate las alas son muy parecidas a las de este ave, lo que le otorga su nombre. Muchos son los que han confundido a esta curiosa mariposa con un pájaro por su particular forma de libar las flores.
Voraz polinizadora
La mariposa colibrí es una excelente polinizadora, muy apreciada por los hortelanos. Su gran capacidad de transporte reside en la rapidez y control de su vuelo, que le permiten libar muchas flores al mismo tiempo. Es habitual verla yendo de flor en flor de manera desenfrenada, buscando su dulce néctar.
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Asimismo, estas mariposas son perfectamente capaces de recordar qué flores han visitado y dónde hay grupos de flores. Debido a esto, es bastante habitual ver a la misma colibrí libar una flor concreta durante cierto tiempo.
Una gran aliada para las plantas silvestres
Se distribuye por prácticamente toda Eurasia, pero los ejemplares de las zonas más al norte son migradores, ya que no soportan los inviernos fríos. Según algunas publicaciones, parece ser que este insecto siente predilección por las flores de salvia, romero, cardo y verbena, típicas del monte y matorral de la zona mediterránea. Es en esta área donde es más frecuente verla, en zonas de pasto y matorral bajo y libres de bosque.
La enorme inversión energética que gasta la mariposa colibrí es otro de los factores que explica su necesidad de libar muchas flores. Como es natural, estas capacidades hacen a esta mariposa un factor clave en muchos ecosistemas. De hecho, los insectos en general son importantísimos para la buena salud de cualquier jardín.
Cómo atraer a la mariposa colibrí al jardín
La gran capacidad y rapidez de polinización de este lepidóptero hace que sea interesante utilizarlo para polinizar las flores de cualquier jardín o huerto. Algunas cosas que se pueden hacer para atraer a mariposas colibríes son las siguientes:
-Tener una gran variedad de especies vegetales, coloridas y llamativas para que los insectos quieran polinizarlas.
-Que las plantas estén cargadas de néctar, que es lo que buscan los insectos. Algunas de estas flores son el tulipán o la salvia, especies que se pueden encontrar en cualquier tienda de naturaleza agrícola.
-Plantar las flores juntas facilita la polinización y, por supuesto, evitar el uso de pesticidas puede ser un factor clave.
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