Carlos Yepes A.
Refiriéndonos a la pandemia iniciada en 2020, bajo un contexto regional, caracterizado por desigualdades socio económicas, de salud y marcadas diferencias entre países con relación a sus sistemas de salud y a las mismas estrategias de respuesta, podemos decir que se generó un cambio abrupto en las tendencias de mortalidad en la región.
Recordemos que los primeros casos de contagio del COVID en América Latina fueron notificados la última semana de febrero de 2020 desde São Paulo (Brasil). Pasados tres años de declarada esta pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS) América Latina contabiliza un total de 1.653.822 defunciones informadas por COVID-19 hasta el 28 de febrero de 2022.
Dentro de la región Latinoamericana, el Perú ha sido el país con más defunciones informadas por cada 1.000 habitantes en el mundo con 6.3 defunciones por cada 1.000 habitantes, 2,5 veces más que el promedio de la región. A nivel regional, le sigue el Brasil (3,03 defunciones por cada 1.000 habitantes), la Argentina (2,77), Colombia (2,7), Trinidad y Tabago (2,58), el Paraguay (2,54) y México (2,45).
Han pasado entonces algo más de dos años desde el fin de la pandemia, época durante la cual la muerte se convirtió casi que en una rutina diaria, personalmente nunca esperé encontrarme con la muerte de tantos amigos, ciudadanos y demás personas de manera tan rápida, tan inesperada y tan indolente por parte de muchos sectores.
Recuerdo a muchas familias que no tuvieron la posibilidad casi ni de ver a sus seres queridos durante su última morada, velorios con asistencia restringida a muy pocas personas, en fín la muerte y el duelo de nuestros familiares se convirtió en una verdadera tragedia.
Hoy no es el COVID, la muerte nos acecha y nos presenta una nueva realidad que afrontar, la realidad que se construye a partir de la inseguridad que vivimos en la ciudad nos lleva ahora a contabilizar muertes violentas casi que a diario.
Nuestros dirigentes y los candidatos deberán tomar cartas en el asunto, no es cosa menor abrir los periódicos y encontrar noticias de muertes a diario y de forma violenta, algo se debe hacer, alguien debe hacer algo por contener esta inconcebible ola de asesinatos en el país y en nuestro departamento.
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