DESHOJANDO MARGARITAS
POR MARGARITA SUÁREZ
Llegó diciembre con su tradicional colorido que invita a la alegría y la felicidad. Es el último mes del año, preferido por algunos y detestado por otros, a quienes a veces les resulta doloroso recordar momentos difíciles ocurridos en fechas similares en años anteriores. Recuerdo a un amigo nuestro que se separó de su esposa en pleno diciembre y durante varios años cogió de tarea tomarse sus traguitos y llevarle serenata con mariachis a su ex. Pedía al grupo musical que le cantaran varias veces seguidas la canción “Amarga Navidad” de José Alfredo Jiménez, cuya letra dice en sus principales apartes: “…Diciembre me gustó, Pa’que te vayas, Que sea tu cruel adiós mi navidad, No quiero comenzar el año nuevo, Con ese mismo amor, Que me hace tanto mal. Y ya después, Que pasen muchas cosas, Que estés arrepentida, Que tengas mucho miedo, Vas a saber, Que aquello que dejaste, Fue lo que más quisiste, Pero ya no hay remedio…”. Sus vecinos se aprendieron de memoria la canción y la tomaban del pelo, convirtiendo la situación en algo divertido. Sin duda, diciembre es una época diferente, que permite expresar el amor filial y renovar el aprecio hacia nuestros amigos. Lo importante es la unión, la solidaridad, la familia y el amor. Es una festividad en la que todos nos reunimos para vivir un momento de conexión, en el que pequeños y mayores compartimos la ilusión por un futuro mejor. Las novenas navideñas tienen el atractivo que cada noche se pueden celebrar en un sitio diferente, los anfitriones se esmeran por ofrecer lo mejor, es una sana competencia entre tíos, primos, hermanos, sobrinos, etc. Lo más importante en estas fiestas deben ser los niños. Por algo todo el proceso es para prepararnos para la llegada del Niño Dios el 24 de diciembre, que se conmemora el nacimiento, con el respectivo intercambio de regalos. Debemos esmerarnos en que ningún niño, cerca nuestro, se quede sin regalo, esa debe ser una consigna de todos los mayores. Claro que el mejor regalo que le podemos dar a nuestros hijos, nietos y a todos los pequeños, es evitar el consumo desbordado de alcohol y fijarnos el propósito de cero pólvora. Así podremos dar buen ejemplo y disfrutar las fiestas en paz. La navidad es linda.
