Después de un fuerte diluvio torrencial que se presentó en la capital y en algunos municipios del departamento, en la madrugada del día anterior, obligó a las familias que estaban celebrando las vísperas del Halloween a suspender abruptamente las fiestas carnestoléndicas que se llevaban a cabo. La fuerte borrasca, acompañada de vientos y truenos, que desde más de dos décadas no se presentaba en la región, generó un ambiente favorable para que anoche se celebrara la fiesta de los niños, donde tuvimos la oportunidad de vibrar y gozar la imaginación y los talentos, mostrando su creatividad a través de los vistosos disfraces que iban acompañados de una hermosa sinfonía que entonaban, para pedir los tradicionales dulces, que enarbolan la noche de las brujas.
Igualmente, en los diferentes centros comerciales que funcionan en la ciudad, se desarrollaron diversas actividades lúdicas que iban acompañados de rifas y sorpresas para que las familias disfrutaran en compañía de sus hijos, de una noche alegre y divertida. Recordemos que, los menores de edad todavía no han entrado en uso de la razón, por lo tanto, es indispensable que los hayamos mantenidos vigilados y controlados. Ellos carecen del principio de la conservación. Algunos expertos en niñez consideran que los infantes son como los vehículos, hay que saberlos conducir por los caminos correctos y evitar que se tropiecen en la vía.
Los expertos en niñez consideran que hay que cogerlos de la mano, orientarlos y conducirlos por los senderos que les permitan llegar a la edad adulta con una formación integral en principios, valores y con suficientes capacidades físicas, morales y cognitivas, con el fin de que asuman responsabilidades y los roles que le depara la vida adulta. Y anoche no fue la excepción. Salieron a las calles acompañados de un adulto, para prevenir cualquier afectación a su integridad física.
Hay que destacar el apoyo de las autoridades y la fuerza pública, quienes estuvieron pendientes del desarrollo de esta hermosa noche para alegrar los corazones de nuestros hijos, quienes han estado confinados en sus hogares, durante un largo periodo de tiempo que ha durado la pandemia del Covid.
Es claro que el esparcimiento en torno a celebraciones como el Halloween o día de las brujas es fundamental para atenuar problemas emocionales y promover la salud mental en los niños, sin dejar de lado que, además, estas actividades también son parte de los procesos de seguridad que afianzan relaciones familiares dentro de su realización. Esta celebración debe servir de termómetro para las decisiones que deberán tomar las autoridades gubernamentales, en la celebración de las noches de las velitas el próximo 7 de diciembre y las fiestas navideñas de fin de año.