Por: Jorge Eliseo Cabrera Caicedo
Desafortunadamente tenemos que admitir que el Comité del Paro de “las marchas pacíficas” ejerce aún su autoridad en varias vías y ciudades del país, aunque en menos número e intensidad.
Esta semana sentí “profunda emoción patriótica” al observar la presencia de policía y ejército en la salida de la ciudad de Neiva a Bogotá, pero qué decepción, a las 48 horas nuevamente se presentó el bloqueo en el mismo sitio.
Seguimos confiando en que definitivamente se restablezca el orden y la autoridad en todo el país. Nunca se podrá establecer el enorme daño causado por las “protestas pacíficas” y seguramente habrá, plena impunidad para los autores intelectuales y materiales de la destrucción nacional alcanzada en pocas semanas.
Las autoridades locales que fueron cómplices necesarios de bloqueos y acciones violentas, deberán responder por la omisión en el cumplimiento de sus deberes contemplados en la ley y Constitución Nacional.
Seguiremos esperando igualmente que el Ministerio de Educación Nacional vuelva algún día a tener injerencia en la educación de los colombianos, hoy en manos de FECODE, organización supuestamente gremial de los educadores pero convertido en una directiva eminentemente con fines politiqueros con miras, como lo confesó uno de los directores, de tomarse el poder en el venidero certamen electoral del 2022. ¿Acaso no existen pruebas suficientes para sancionar su reprochable conducta, como lo establece el Código Disciplinario Único, en su artículo 48. (Ley 734 de 2002).
ADENDUM: ATENTADOS TERRORISTAS
Deplorable el atentado a la Brigada 30 del ejército de Cúcuta, con poderosos explosivos inexplicablemente ingresados a la institución, causando 36 heridos.
Igualmente, condenamos el atentado a Derly Pastrana Yara, destacada líder defensora de las víctimas de las FARC y quien hace parte de la organización que dirigía Herbin Hoyos. Su esposo y uno de sus hijos fueron víctimas de las FARC y ella había sido previamente amenazada por la organización criminal “Teófilo Forero”.