Por: Faiver Eduardo Hoyos
Al Pan, Pan…
Con el paso de los años, el ser humano se ha enfrentado a importantes cambios en su historia, sucesos que incluso han alterado la normalidad de su propio entorno y el de sus familias.
El hombre está diseñado para adaptarse a nuevas situaciones, incluso aquellas que contraigan algún efecto negativo para su diario vivir y sacar de esas adversidades lo más favorable para el beneficio propio.
Es normal que sintamos algo de preocupación, aunque sea mínimo, cuando nos referimos a cambiar algo, y más cuando ante nuestros ojos observamos grandes transformaciones, no solo en el ámbito local o nacional sino también en otros continentes. Sin duda alguna los pilares fundamentales en esta nueva era digital que estamos viviendo serán la virtualidad y la modernización.
El mundo sigue avanzando cada vez más rápido y no podemos hacer nada para detenerlo. Todo está avanzando a pasos de gigante y más aún, después de esta pandemia que afecto a todos los países. Lo que si podemos hacer es no quedarnos de brazos cruzados mientras el mundo se transforma.
Reinventarnos y acomodarnos a la situación ha pasado de ser una opción para convertirse prácticamente en una obligación, si de sobrevivir se trata. Al punto que esta pandemia nos ha permitido sacar lo mejor de cada uno de nosotros para acoplarnos ante la situación.
Realmente eso es lo que más admiro del colombiano, que pese a todas las adversidades siempre busca la manera de rebuscarse y reinventarse de manera personal y laboralmente. Y es que toca en un país que tiene el desempleo por las nubes y su economía por el suelo.
En algunas ocasiones es importante hacer un alto en el camino, resguardarnos por un tiempo y pensar en iniciar un proceso de renovación. Cuando hablamos de renovar, casi siempre lo asimilamos con un cambio externo, pero hay que resaltar que para materializar ese cambio primero debe existir una disposición personal para asumir esa renovación.
Todo lo grande alguna vez fue chico. Muchas veces la visión, las ganas y la perseverancia son la fórmula para iniciar un nuevo proyecto y permitir abrir más puertas.
No hay que desconocer que el hombre a través de su historia ha demostrado que es un ser inacabado, se construye, se desarrolla y se acomoda a cualquier situación novedosa que se presente, y seguro esta pandemia no será la excepción.
Nadie dice que será fácil mejorar, superar los temores y resolver la incertidumbre que estamos atravesando, pero reinventarnos no es solo una necesidad de supervivencia en el mundo actual, también nos permite sacar lo mejor de cada uno y demostrar que siempre es posible llegar más lejos. No hay que adaptarse al problema, cuando tenemos la posibilidad de liberarnos de él.
En momentos como este, es la unión la que hace la fuerza. Es tiempo de hacer un llamado a la sociedad para poner en práctica la unidad y la solidaridad con aquellas personas que hoy lo requieren y de esa manera mejorar como sociedad.
Es el momento de apoyar el emprendimiento local, de apoyar a los pequeños y medianos comerciantes de nuestras comunas. Es el momento de empezar verdaderamente a pensar en la gente.