DIARIO DEL HUILA, ECONOMÍA
Por: Rolando Monje Gómez
La papa fue el que más aumento presentó en su precio, con una inflación de 111%, seguida por los aceites comestibles, que incrementaron sus precios en 47,98%, la carne de res (33%), la yuca (28,71%), la carne de aves (26,35%) y las frutas frescas (24,29%). El aumento de precios en las familias de ingresos altos en 2021 fue 4,39 %, en las más vulnerables fue 6,85 %. Con la subida de los precios de la canasta familias el valor real del salario mínimo termina reducido al 4,45% a nivel general.
Aunque la inflación se situó en el año 2021 en 5,62%, los hogares pobres y más vulnerables tienen una percepción del aumento en los precios más fuerte, teniendo el incremento generalizado de los precios durante el año, a raíz de fenómenos como problemas en las cadenas de suministros que han encarecido los insumos y el paro nacional, impulsaron al alza el valor que pagan los consumidores por los productos de la canasta básica en el país.
Según su nivel de ingresos para diferentes productos tiene diferente ponderación de las familias, mientras que la inflación el año pasado, dentro de la clase media se manifestó como un aumento en los precios de 5,78%, muy cercano al de la inflación total, por su parte en las familias ricas ésta fue de 4,39%, sin embargo, a los pobres y a los vulnerables los golpeó un alza de precios de 6,85%, más de un punto porcentual por encima de la inflación total nacional.
Según el Dane, la brecha entre la inflación de ingresos altos y hogares pobres y vulnerables fue de aproximadamente 2,5 puntos porcentuales, una brecha no observada en los últimos tres años, asociada en dos elementos muy importantes: el mayor peso que tienen los alimentos y los arrendamientos y los servicios públicos dentro de la canasta de los hogares en situación de pobreza y vulnerabilidad.
Así, la percepción diferencial en la inflación, según, los ingresos tienen que ver con la ponderación que tiene dentro de las canastas de las familias ciertos gastos con relación a su poder adquisitivo.
A nivel general los alimentos pesan 24,8%, alrededor de una cuarta parte de la canasta, en los hogares en situación de pobreza los alimentos llegan a pesar el 31% de sus gastos. Para el caso de los arriendos y los servicios públicos, en promedio para todos los hogares estos pesan alrededor del 33%, incrementándose para los hogares en situación de pobreza que llegan al 40,17% de la canasta básica.
En 2021, y a diferencia de otros años, la inflación se explica en casi 50% por la inflación de alimentos, por lo que, según el Dane, tendrá un impacto mucho más importante sobre la evolución de las líneas de pobreza monetaria extrema, así como la canasta de pobreza monetaria.
La inflación en 2021 fue la cifra más alta en los últimos cinco años que se ubicó 4 puntos porcentuales por encima de la que se registró en 2020, que fue de 1,61%, donde los sectores con las variaciones más importantes fueron alimentos y bebidas (17,23%); seguida por restaurantes y hoteles (8,83%) y el rubro de transporte (5,69%).
Los alimentos por las nubes
A la inflación de 5,62%, el rubro de los alimentos no solo fue el que más pesó, sino también en el que se vieron los mayores incrementos de precios el año pasado. Los alimentos consumidos en el hogar siguen generando una presión importante al alza en el IPC. En el año 2021 ese grupo de gasto tuvo una variación anual de 17,23%, que genera un subyacente o una inflación que se traslada a la comida fuera del hogar, como es el caso de los restaurantes y hoteles.
Es así como los productos con los mayores incrementos durante el año interior, de un listado de 188 bienes y servicios en los que el Dane desagrega la canasta básica, la papa fue el que más aumento presentó en su precio, con una inflación de 111%, seguida por los aceites comestibles, que incrementaron sus precios en 47,98%, la carne de res (33%), la yuca (28,71%), la carne de aves (26,35%) y las frutas frescas (24,29%).
Dentro de las inflaciones más significativas en 2021 también están el tomate de árbol (23,66%), la carne de cerdo (23,57%), los plátanos(21,06%, las legumbres secas (20,33%) las moras (20,22%), las hortalizas y legumbres frescas (19,96%), las naranjas (19,17%), la zanahoria(18,93%) los huevos (18,36%) y café (18,15%).
En el corto plazo la inflación de alimentos se va a mantener al alza. Normalmente, los primeros meses del año suelen tener unos incrementos bastante elevados. Buena parte de la inflación que se tiene en este momento se relaciona con los insumos que se importan para producir productos agrícolas, que están no solo presionados por los precios internacionales sino también por la tasa de cambio.
Otros bienes y servicios ajenos a los alimentos, pero que también tuvieron alzas significativas durante el año pasado fueron los seguros de vehículos, que vieron un aumento de 17,49% en sus precios, los equipos para grabación de imagen y sonido (15,57%), las piezas para bicicletas (14,23%), las estufas y hornos (11,35%) y los combustibles para vehículos(11,32%).
Suben los ‘corrientazos’
Frente a los altos costos de los alimentos y otros insumos, el sector de restaurantes advirtió un alza en los precios del popular ‘corrientazo’ así como de los menús de cadenas de comida y de restaurantes, los cuales aumentarán entre 15 % y 27%. Ha habido un aumento del 40% en promedio en el valor de las materias primas y el impacto ha sido ‘muy fuerte’, con lo que se ha desajustado la estructura de costos de los negocios, que representan entre el 35 y el 40% de los ingresos del establecimiento.
Según el Dane, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en el año corrido – a noviembre- llegó a 4,86%, pero al revisar por grupo de gastos alimentos y bebidas no alcohólicas llega a 14,85%, y un rubro que tiene un indicador alto – superando el promedio- en los primeros once meses del 2021 es la carne (29,55%), que ha tenido un aumento sostenido, por lo que en algunos establecimientos populares consideran que antes que el incremento en los precios, una solución inmediata sería la reducción de las porciones. Sin embargo, para comenzar el 2022, el almuerzo corriente que hoy se vende a $6.000 para la próxima semana ya anuncian que subirá, necesariamente, a 7.000 pesos.
Otros efectos de la inflación
Con la inflación anual del 5,62% también se sumarán a la “cuesta de enero” la movilidad, con tarifas de buses y taxis, también el alza del arriendo de vivienda urbana, la Unidad de Valor Real (UVR) y los peajes, los cuales dependen del índice de precios al consumidor.
Para el caso de una vivienda urbana, el incremento máximo del valor de los arrendamiento podrá ser de hasta 5,62%, establecido en el artículo 20 de la Ley 820 de 2003, claro está que este incremento solo se podrá efectuar cuando se cumplan los 12 meses contados desde el inicio del contrato y cada 12 meses después del último incremento, lo que significa que el alza no será inmediata sino en el momento en el que cada contrato de arrendamiento ya celebrado se vaya a renovar durante el 2022.
Según datos del Dane cerca de un 44% de las familias en Colombia viven en arriendo, es decir, aproximadamente 6,3 millones de hogares, número superior a los 5,8 millones de hogares del año 2020. Este incremento en el arriendo solo aplica para la vivienda urbana y no para los de inmuebles dedicados a otro tipo de actividades, como los locales comerciales y el ajuste de la cuota de mensualidad en los condominios debe realizarse en la asamblea de copropietarios, por lo cual no aplica aumento por el momento.
Los créditos de vivienda basados en la Unidad de Valor Real también verán su incremento respectivo al estar sujetos a la IPC, pero esta vez, a la variación mensual de diciembre de 0,73%. Al estar asociadas al valor de la inflación, los créditos hipotecarios por UVR le permiten a las entidades bancarias asegurar que el dinero que prestan no perderá su valor en el tiempo por la inflación. El valor de la UVR es calculado por el Banco de la República y publicado en su página web para consulta de los ciudadanos.
Los peajes administrados por el Instituto Nacional de Vías (Invías), 45 en total, actualizarán sus tarifas de peajes apalancados en el IPC desde el próximo 16 de enero, de acuerdo a la resolución 137 del 2018. Por su parte, los peajes que gestiona la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), a través de las distintas concesiones, tienen incrementos diferenciales en sus tarifas, ya que estos se rigen por condiciones y resoluciones particulares de cada contrato.
¿Y el mínimo?
Frente a todo lo anterior, las expectativas generadas en su momento por el incremento del salario mínimo a un millón de pesos más el subsidio de transporte de 117.172 pesos, quedaran en solo ilusiones. Es así que aunque el aumento con respecto al 2021 fue de 10,07%, más el subsidio de transporte, al tomar en cuenta el dato inflacionario del año inmediatamente anterior, el incremento real del salario básico de los trabajadores colombianos será a nivel general de 4,45 %, mientras que para las familias más pobres serán del 3,22 %.