Por: Ariel Peña
Para poner fin al prolongado conflicto armado que ha martirizado a Colombia, durante décadas, el presidente marxista Gustavo Petro, ha impulsado la “paz total”, para negociar con las diferentes bandas armadas, buscando someterlas a la justicia o para que hagan parte de la política colombiana desde la legalidad; pero al parecer con los últimos acontecimientos la mayoría de grupos violentos se muestran regodientos, frente a las propuestas del primer mandatario, y por el contrario han incrementado sus acciones terroristas en contra de la fuerza pública y de la ciudadanía en diferentes partes del país; lo que nos debe conducir a no asumir posiciones facilistas y voluntaristas, ante la tragedia nacional, en donde lo primero que hay que dilucidar es a quién le corresponde la máxima responsabilidad por la génesis del conflicto, y de esa manera conocer la verdad a plenitud.
En la manipulación del marxismo cultural, se afirma que cada grupo o persona tienen su verdad y su historia, de acuerdo a sus conveniencias, lo cual es absolutamente falso, porque tanto la verdad coma la historia son únicas, empero existe manipulaciones, acomodamientos, falsedades, verdades a medias y comentarios dulcificados sobre temas como el de la “paz total”, que seguirá siendo fundamental para el actual gobierno sin importar que puede terminar con el tiempo en un fracaso, por la falta de rigor histórico que sirve para comprender los acontecimientos del presente.
La pretendida “paz total”, para terminar un conflicto político militar de más de 60 años propiciado por la doctrina marxista leninista para la toma del poder a perpetuidad, ha sido aprovechada por los comunistas y sus simpatizantes para realizar su narrativa, contando con el actual gobierno que les facilita los medios para que hagan su exposición. Sin embargo lo primero que se debe saber cuándo se cuente la historia es ¿cuál ideología profesa el que la cuenta? Y ¿Cuáles son sus intenciones? Porque de la misma forma los seguidores del nazismo podrían hacer su contrarelato de la Segunda Guerra Mundial.
Hay que asumir que si los dirigentes “·históricos” del comunismo y sus seudointelectuales, exponen la historia de la violencia de más de 6 décadas, por ser seguidores de la doctrina marxista leninista, esa historia no puede estar ceñida a la verdad, pues como lo afirmada el sátrapa de Lenin “la verdad es un prejuicio burgués y a base de mentiras se puede construir una verdad”, así que la tergiversación y manipulación que hagan los comunistas totalitarios no se debe aceptar, dado que la batalla ideológica no es su fortaleza, y por eso siempre eluden el debate sobre el origen del conflicto.
Ni la historia ni la verdad se pueden imponer, sin que se cuenten con elementos reales para el discernimiento, así se tengan muchos medios, y por ello sin temor a ser desmentidos, hay que precisar que la única responsable de la génesis del conflicto en Colombia, fue la aplicación práctica de la doctrina marxista leninista con la creación de los grupos armados para la toma del poder, usando la estrategia de la combinación de todas las formas de lucha, patrocinadas por el gobierno comunista de Cuba en donde Fidel Castro ayudó a constituir 26 bandas guerrilleras en 13 países de Latinoamérica en la década de los sesenta del siglo XX, siguiendo el mandato de la URSS, la cual por boca de su primer ministro Nikita Kruschev en febrero de 1961 afirmo que “ su país apoyaría todos los movimientos de liberación en cualquier parte de la tierra” ello por la guerra fría, que enfrentaban con USA.
De acuerdo a lo anterior es una absoluta falsedad decir que por el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán el 9 de abril de 1948, surgieron las guerrillas marxistas, puesto que lo que hicieron los comunista fue reciclar parte de la violencia bipartidista de mediados del siglo pasado varios años después del asesinato del caudillo liberal, y posterior a que se firmó el acuerdo entre liberales y conservadores, lo que condujo al Frente Nacional, advirtiendo que los marxistas no solo asaltan la memoria de los grandes próceres de Latinoamérica, sino que también utilizan fechas trágicas y confusas como las del 9 abril, o la del 19 de abril de 1970, para montar su tinglado de falsedades buscando embaucar a la ciudadanía, y por ello se creó el M-19, que fue un desprendimiento de las Farc con Jaime Bateman que era un marxista recalcitrante y que lo único que cambiaba era la táctica, pues la estrategia comunista seguía siendo la misma, para la toma del poder.
Jesús de Nazaret cuando se encontraba en la tierra, pronunció la siguiente frase: “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”, demostrándose desde esa época que la mentira tiene un carácter diabólico para oprimir y esclavizar a los pueblos, y en los tiempos actuales conociendo lo que ha sido para la humanidad la secta marxista leninista la cual es seguida por las Farc y el Eln, cuyos principios se fundamentan en la mentira y la violencia, se puede afirmar que el comunismo totalitario como padre del odio no puede aparecer bajo ninguna circunstancia contando la verdadera historia de la violencia en las ultimas 6 décadas.
Así pues, no se puede hablar de post-verdades, ni del relativismo histórico en donde cada cual cuenta lo que se inventa o conviene, sino que hay una sola historia y una sola verdad, y en un prolongado conflicto como el colombiano se intenta desconocer la verdad con las posturas maquiavélicas del marxismo, pero lo importante es saber de dónde viene la narración, para hacer un juicio, subrayando que por ser el marxismo enemigo de la razón, en el no puede haber verdad, ya que desconoce la lógica, la ética y la moral humanista.