EL RINCÓN DE DIANA
Por: Diana Montes
Un huilense sin pelos en la lengua; contestatario, pero con argumentos; tiene criterio propio; liberal de pura cepa, que ha defendido a su tierra y logró escalar grandes peldaños por su inteligencia y sensatez; conoce la política y ha aportado a su tierra, especialmente a Garzón. Me refiero a Ernesto Salazar Cabrera, más conocido como “La Perica”.
Estudió Ciencias Políticas, Derecho Internacional y Diplomacia en la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano. Su dedicación al ejercicio político, le impidió terminar estudios profesionales. Laboró en el sector público ocupando destacados cargos en la Superintendencia de Notariado y Registro, la Contraloría General de la República y 23 años vinculado al Congreso de Colombia. Fue secretario privado del entonces presidente de la Cámara y ex presidente de Colombia, César Gaviria Trujillo, e igualmente ocupó el cargo de Secretario General de la Comisión Segunda, organismo que maneja temas relacionados con asuntos internacionales, diplomáticos y de seguridad nacional.
Ama el periodismo y lo ha ejercido desde joven, laborando en prensa escrita y radial. Es opinador permanente a través de medios de comunicación y redes, cofundador del periódico Nueva Imagen, con la periodista Margarita Suárez, donde escribía la columna de opinión “Pericadas de la Perica”.
Las historias de La Perica dan para escribir un libro. Algunas de sus anécdotas versan sobre la Constituyente y el nacimiento de la Constitución del 1991; el estallido de una bomba en el Congreso en 1995 que lo incapacitó por más de 6 meses, dejando esquirlas en su cuerpo; como Secretario de la Comisión Segunda le hicieron varios intentos de soborno, a los cuales no accedió y que luego se convertirían en amenazas contra su vida; el conocer al entonces Congresista Pablo Escobar, y ver su salida por comprobarse su vinculación al narcotráfico; y, finalmente, sobre los dirigentes liberales que siempre buscaron su respaldo político. La Perica es un personaje de mucha importancia en nuestro departamento, lo reconozco fiel y leal a sus convicciones ideológicas liberales. Felizmente pensionado, reside en su natal Garzón, junto a su amada Yuderly, con veinte gatos que andareguean por su casa. A la vez que no para de opinar, ejerce como consejero en la actividad política, la cual nunca ha dejado, aunque él piense que sí.
