Carlos Yepes A.
La polarización política es un fenómeno que se ha profundizado en muchos países en los últimos años, y Colombia no es la excepción. Según el más reciente informe de la Encuesta Edelman Trust Barometer, nuestro país atraviesa un momento crítico de fragmentación social, donde la confianza en las instituciones y la cohesión entre los ciudadanos están seriamente comprometidas. Esta situación, que no solo afecta el plano político, sino también el social y económico, plantea grandes desafíos para el futuro de Colombia, especialmente para regiones como el Huila.
La Encuesta Edelman revela que la desconfianza en las instituciones —ya sean gubernamentales, privadas o sociales— se ha incrementado, debilitando los pilares sobre los cuales se sostiene el contrato social. Los bajos niveles de confianza se ven alimentados por percepciones de corrupción, ineficacia y falta de soluciones claras a problemas que han aquejado al país por décadas, como la pobreza y la desigualdad.
A nivel político, el informe destaca la radicalización del debate. En las últimas elecciones vimos cómo los extremos ideológicos de izquierda y derecha se consolidaron, dejando a un lado el diálogo y el consenso. Esto, agravado por la creciente influencia de las redes sociales y la propagación de información sesgada, ha generado un ambiente en el que las diferencias políticas son vistas como una amenaza.
Sin embargo, el reto no solo es político. La desigualdad económica y social sigue siendo un detonante clave de la polarización en Colombia. Las brechas entre las élites urbanas y las comunidades rurales se han ensanchado, y la falta de acceso a oportunidades en sectores como la educación y la salud, especialmente en regiones como el Huila, perpetúa las tensiones. En esta región, con una alta dependencia del sector agrícola, la exclusión social y económica es un tema que no podemos ignorar si queremos avanzar hacia una sociedad más justa y unida.
El Huila, como gran dependiente del café y con una tradición agrícola y ganadera fuerte, enfrenta desafíos únicos en este contexto de polarización. Si bien la región ha sido históricamente resiliente, la creciente desconfianza en las instituciones, sumada a la desigualdad social, plantea riesgos que podrían afectar el desarrollo y el bienestar de nuestra población. Es fundamental que nuestra región, con sus líderes sociales y políticos, se enfoque en fortalecer el diálogo y crear oportunidades para todos, especialmente para aquellos que históricamente han sido marginados.
Los resultados de la encuesta Edelman nos muestran un panorama preocupante, pero también nos invitan a la reflexión y la acción. Como sociedad, debemos trabajar en varios frentes:
En primera instancia se hace necesario recuperar la confianza en las instituciones y para esto el primer paso es garantizar que las instituciones sean transparentes, eficientes y verdaderamente representen los intereses de la ciudadanía. Solo así podremos comenzar a cerrar la brecha de desconfianza que tanto nos divide. En segundo lugar debemos de promover el diálogo y el respeto y en lugar de ver las diferencias políticas como una amenaza, debemos fomentar espacios de diálogo donde todos puedan expresar sus opiniones de manera constructiva. Desde las escuelas hasta los foros públicos, el respeto y la escucha activa deben ser prioritarios.
En términos económicos debemos trabajar para reducir la desigualdad. Fortalecer el proceso de políticas públicas que favorezcan la inclusión social son esenciales. En regiones como el Huila, debemos apostar por iniciativas que mejoren el acceso a la educación, la salud y el empleo, especialmente en las áreas rurales, para disminuir el apoyo a discursos radicales.
Tenemos que reconocer que el camino hacia la reconciliación y la superación de la polarización no ha sido fácil, pero es necesario. Si bien la situación actual puede parecer desalentadora, estamos convencidos de que, como colombianos, tenemos la capacidad de construir un futuro más inclusivo y próspero. El Huila debe ser un ejemplo de resiliencia, unidad y progreso para el resto del país.
Huilenses, este es el momento de actuar con responsabilidad, de pensar en el bienestar común y de trabajar unidos por un mejor mañana. ¡Juntos podemos superar este reto!
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