Por primera vez en la historia del Distrito Capital, el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal habilitó un sistema instauró un monitoreo que permite identificar el número y localización de reportes de afectación por pólvora a animales de compañía, de granja o silvestres.
44 perros, tres gatos y una lechuza resultaron lesionados la noche de navidad producto de la pólvora el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal habilitó un sistema.
La pirotecnia es la pesadilla de varios animales año tras año, sobre todo, durante las fiestas decembrinas. Esto ocurre porque los perros y gatos tienen un oído más desarrollado que el de los humanos y el ruido de la pólvora les genera pánico, cambios de comportamiento, descontrol, colapsos, desmayos, paros cardiorrespiratorios por estrés y, en casos extremos, la muerte.
De esta manera, con la intención de georreferenciar y contar con información clara y precisa sobre este tipo de incidentes para la toma de decisiones, en el marco de la necesidad de tomar conciencia alrededor del uso de la pólvora y de sus afectaciones, no solo sobre la salud y la integridad humana, sino también sobre los animales, este martes 27 de diciembre el Idpyba advirtió a manera de balance que, la fecha y desde su apertura, se han registrado 48 casos de animales lesionados por la pólvora, de los cuales 44 eran perros, otros tres fueron gatos y hubo una lechuza (animal silvestre) que fue valorada por la Secretaría Distrital de Ambiente.
“Las afectaciones por pólvora pueden ser severas e incluso mortales para algunos animales, por lo que brindarles un lugar seguro para su resguardo durante las noches cruciales de pirotecnia o ruidos extremos es muy importante, especialmente para evitar escapes o huidas”, indicó la directora del Instituto del Bienestar Animal, Adriana Estrada.
Cifras
De los animales domésticos reportados (47), la mayoría eran adultos (31), seguido de jóvenes (9), gerontes (5) y no identificados (2). De los mismos, 38 animales tenían tutor o cuidador y ocho se encontraban en condición de habitabilidad de calle.
En cuanto a las afectaciones, los animales presentaron susto permanente o extremo daño (23), traumatismo o intranquilidad (8), escape y huida momentánea (6), afectación en su estado mental (4), ocultamiento en sitios anormales (2), escape y pérdida total (2), agresividad, taquicardia, aturdimiento y desubicación (1), entre otros.
“Sabemos que aún faltan algunas fechas de celebración en donde se incrementa el uso de pólvora y ruidos extremos, por lo que, como siempre, la invitación es a no usar pólvora, no solo por la afectación a los animales domésticos, sino a la avifauna que se encuentra en los parques y bosques de la ciudad. Las acciones que realizamos como humanos pueden salvar vidas, y cada vida cuenta en Bogotá”, concluyó Estrada.
RECUADRO:: Formas de ayudar a los animales que sufren daños por la pólvora
Estas son algunas recomendaciones dadas por la entidad distrital.
- Es recomendable que acostumbre paulatinamente a los animales de compañía a los sonidos relacionados con la pólvora reproduciéndolos a volumen bajo, observando sus reacciones.
- Identifique una zona de refugio donde los perros y/o gatos puedan permanecer cómodamente.
- Adecúe la zona de refugio cerrando las cortinas, poniendo música relajante y dejando a su alcance sus juguetes favoritos.
- Utilice feromonas o esencias florales especiales para que estén más tranquilos y relajados.
- Ejercítelos previamente para que estén relajados y descansando en el momento de los estallidos.
- Mantenga puertas, balcones y ventanas cerradas para evitar accidentes por fuga.
- Escuche nuestro pódcast dedicado exclusivamente a orientarlo sobre el manejo de sus mascotas ante una situación de estrés por pólvora.
Por último, el Instituto volvió a recordar que los animales sufren por las detonaciones al tener una sensibilidad auditiva más aguda que los humanos, y que en algunos animales el ruido de la pólvora puede desencadenar consecuencias negativas como pánico, ansiedad, náuseas, generar escapes o huidas, taquicardia, infartos, desorientación, aturdimiento, abortos y, en algunos casos, puede generar incluso la muerte.
