Según el Dane, la diferencia es abismal respecto a las zonas rurales, donde solo el 11,4% de las madres tiene acceso a este nivel educativo.
DIARIO DEL HUILA, INFORME
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) presentó su más reciente informe sobre estadísticas vitales en Colombia, que cubre el período entre enero y julio de 2024. Este análisis no solo detalla la evolución de los nacimientos y defunciones, sino que también pone en evidencia profundas desigualdades entre las zonas urbanas y rurales del país, tanto en términos de educación como de acceso a servicios de salud.
Uno de los datos más relevantes del informe es el aumento del nivel educativo de las madres colombianas en la última década. Entre 2015 y 2024, se registró un crecimiento significativo en el acceso a la educación superior para las madres en la mayoría de los departamentos del país. Este avance educativo refleja esfuerzos continuos por mejorar la calidad de vida de las mujeres y sus familias, promoviendo mayores oportunidades para su desarrollo personal y profesional. No obstante, los resultados no son homogéneos en todo el territorio nacional. El departamento del Chocó, una de las regiones históricamente más desfavorecidas, no mostró avances significativos en este aspecto, lo que resalta las desigualdades educativas que persisten, especialmente en las zonas menos desarrolladas del país.
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“El Atlántico es el departamento con mayor incremento en la participación de nacimientos de madres con educación superior, pasando del 26,8% en 2015 al 42,8% en 2024”, informó el Dane. Este dato refleja un progreso considerable en el acceso a la educación en esa región, impulsado probablemente por políticas públicas enfocadas en la mejora de la infraestructura educativa y en programas de apoyo financiero para las mujeres. Sin embargo, a nivel nacional, el panorama sigue siendo desigual. La mayoría de las madres en Colombia aún no logra acceder a la formación universitaria o de posgrado. En su mayoría, alcanzan solo niveles de educación media o técnica, lo que representa un reto significativo en términos de equidad y movilidad social.
La disparidad es aún más marcada al comparar zonas urbanas y rurales. Según el informe, el 38,1% de los nacimientos en áreas urbanas en 2024 fueron de madres con algún nivel de educación superior, desde técnica profesional hasta posgrado. En contraste, solo el 11,4% de las madres en zonas rurales cuenta con este nivel educativo, lo que evidencia las limitaciones de acceso a una educación de calidad en estas regiones apartadas. Esta brecha también afecta a los padres, aunque en menor medida: en áreas urbanas, el 30,9% de los padres tienen algún nivel de educación superior, frente a un escaso 7,9% en las áreas rurales. Esta diferencia no solo subraya la falta de acceso a la educación superior en las zonas rurales, sino que también refleja las dificultades económicas y geográficas que impiden que muchas familias puedan acceder a una educación que les permita mejorar su calidad de vida.
Otro punto destacado en el informe es la disminución en el número de nacimientos durante 2024, marcando un mínimo histórico en la última década. Entre enero y julio, se registraron aproximadamente 255.000 nacimientos en Colombia, lo que representa una caída del 15,2% en comparación con el mismo período del año anterior. Según Piedad Urdinola, directora del Dane, este es el volumen más bajo de nacimientos en los primeros siete meses de cada año en la última década, con 45.819 nacimientos menos que en 2023. Esta tendencia ha generado interrogantes sobre los factores sociales, económicos y culturales que podrían estar influyendo en la decisión de las familias colombianas de tener menos hijos. La creciente incertidumbre económica, el aumento en el costo de vida y la falta de estabilidad laboral podrían ser algunas de las razones detrás de esta notable disminución en las tasas de natalidad.
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En cuanto a las defunciones, el informe del Dane también reveló datos preocupantes sobre las principales causas de mortalidad en el país. Las enfermedades diarreicas e intestinales siguen siendo una causa recurrente de fallecimientos, especialmente en regiones con problemas de acceso a agua potable y saneamiento básico. Este dato refleja la necesidad de mejorar las condiciones de infraestructura sanitaria, sobre todo en áreas rurales y zonas urbanas marginadas. Además, las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares continúan siendo las principales causas de muerte en Colombia, con el 16,8% y el 6,1% de las defunciones, respectivamente. Estos resultados destacan la importancia de seguir invirtiendo en programas de prevención de enfermedades crónicas y en mejorar el acceso a servicios de salud de calidad en todo el país.
El informe del Dane ofrece una visión integral de los desafíos que enfrenta Colombia en términos de educación, salud y desarrollo social. Aunque se han logrado avances significativos en el acceso a la educación superior para las madres en algunas regiones, las brechas entre las zonas urbanas y rurales siguen siendo profundas. Asimismo, la disminución en las tasas de natalidad y las persistentes causas de mortalidad relacionadas con enfermedades prevenibles subrayan la necesidad de redoblar esfuerzos para mejorar el acceso a servicios básicos y reducir las desigualdades en todo el territorio nacional.