Por: Yamid Sanabria
La solicitud de facultades para el crédito público tiene diez (10) proyectos estratégicos que buscan darle desarrollo y dinamismo a la ciudad; una iniciativa en medio de la incredulidad y la esperanza. El valor del empréstito quedó establecido desde el plan de desarrollo entre la administración y el Concejo, con el fin de garantizar los programas y proyectos que buscan recuperar la presencia institucional y en especial, el norte de una capital sumida en el abandono.
El primer proyecto busca revivir la movilidad con el Sistema Estratégico de Transporte Público – SEPT, con una inversión de $32 mil millones de pesos, con el fin de descongelar los más de $100 mil millones de pesos que el gobierno nacional no quiso seguir girando. El SEPT no ha generado el impacto esperado desde hace 10 años en su creación. El segundo proyecto es la construcción de la fase 9 de obras para el control de cauce y mitigación por inundaciones del rio las ceibas, es decir, continuar y terminar la canalización del rio, un tema que evidenciamos con las lluvias torrenciales que puede costar vidas de personas ubicadas en estas zonas, aquí el municipio coloca 5 mil millones del crédito, la gobernación $5 mil millones y el gobierno nacional $30 mil millones para un total de $40 mil millones.
El tercero, es el parque ciudad Jardín Botánico con un valor de $7.500 millones del crédito, la gobernación con $2.500 millones y Ecopetrol con $5.000 millones, siendo una obra que garantice un espacio alternativo para la gente, algo diferente a los habituales centros comerciales. El cuarto proyecto es la construcción de la Institución Educativa José Eustasio Rivera – Sede Ciudad Jardín – sede que se encuentra en un abandono total – con una inversión de $9.500 millones. El quinto proyecto es la construcción de la placa para la zona rural con una inversión de $5.000 millones, especialmente en San Luis que presenta un fuerte problema de orden público. El sexto proyecto es la pavimentación de las vías urbanas con un valor de $8.500 millones, una necesidad imperante con los huecos y mal estado de múltiples calles.
El séptimo proyecto es el mejoramiento de 28 casetas comunales, con un valor de $1.500 millones en instalaciones que tienen un evidente deterioro para la participación ciudadana y el disfrute de la comunidad. El octavo proyecto es la implementación de la política de seguridad con un valor de $3.000 millones que debe estar concentrado en la compra de tecnología y vehículos para reducir la cantidad de delitos que vienen en aumento. El noveno proyecto es la adecuación de canchas sintéticas con un valor de $3.500 millones que deben orientar el buen uso del tiempo libre a través del deporte, y el décimo proyecto es el más importante en mi concepto, formular en definitiva el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial, que debe plantear para donde va Neiva, especialmente en el uso del suelo.
Finalmente, los créditos son impopulares, la gente tiene la mala experiencia de Gorky, pero tenemos dos opciones: seguir llorando “sobre la leche derramada” o proyectar la ciudad con recursos propios; la gran diferencia es que en esta oportunidad sabemos cuáles son los proyectos y todos están en fase III (listos para ejecutar); además el alcalde ha dado muestras de austeridad con la reducción burocrática de la Alcaldía. De ser aprobado, es función de todo hacer veeduría, ya la ciudad no aguanta más.
