A los 81 años falleció el martes anterior la exgobernadora del Huila, Cecilia Lara Bonilla, luego de permanecer 49 días en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General de Neiva y posteriormente en la Clínica Uros. Dejó una profunda huella en la sociedad huilense durante su trasegar terrenal, por el valioso aporte a la consolidación del desarrollo regional. Cuando se desempeñó como primera mandataria de los huilenses logró mantener un equilibrio político y focalizar su accionar a mejorar las condiciones de vida de los sectores más vulnerables del departamento. Siempre se destacó por su liderazgo comunitario, cívico y social, dejando una huella indeleble, como ejemplo para las nuevas generaciones en el manejo transparente de los recursos públicos.
Con profunda tristeza despedimos a esta ilustre dama de la región, que nos deja una indeleble huella a toda la sociedad huilense, por su regio carácter y carisma a través de su liderazgo en el desempeño de sus funciones públicas y privadas. Falleció en la misma fecha y hora del fallecimiento de su hijo Jorge Luis García Lara. Igualmente, el año anterior había muerto su hermano Jorge.
Cecilia Lara Bonilla, o Doña Chechi, como le decían de cariño, había nacido en el municipio de Palermo, en el hogar conformado por Jorge Lara Trujillo y Raquel Bonilla, de quienes heredó el gran sentido de solidaridad para con los más necesitados. Se radicó en Neiva y se casó con el medico Abelardo García Salas, fallecido hace 23 años. La pareja tuvo cuatro hijos, Fernando, Pilar, Francisco José y Jorge Luís. A raíz de esta situación familiar, le tocó encargarse de los negocios de la familia.
Digno exponente y defensor a ultranza de las ideas liberales en la región y militante del Nuevo Liberalismo en el Departamento, acompañó siempre a su hermano, el Inmolado ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla. Fue la última gobernadora del departamento del Huila en 1991 por designación presidencial, que le hizo Cesar Gaviria Trujillo. Fue también la última alcaldesa por designación en el Municipio de Aipe. Siempre rechazó las postulaciones que le hicieron para participar en las elecciones a las corporaciones públicas.
Quienes tuvieron el privilegio de conocerla, le rindieron homenaje póstumo en sus honras fúnebres que se desarrollaron el miércoles pasado en la Catedral de Neiva, a una mujer valiente, altruista, con carácter y de grandes virtudes, enamorada de las obras sociales por la población vulnerable del municipio de Neiva y el departamento del Huila.
Adenda: Esta Casa Editorial, le expresa a su distinguida familia, nuestras condolencias y sentimientos de pesar por el fallecimiento de esta mujer visionaria y entregada a sus nobles misiones de servicio a las familias huilenses. Paz en su tumba.
