Por: Jorge Eliseo Cabrera Caicedo
Excelente las intervenciones de los Congresistas Miguel Uribe Turbay y Oscar Darío Pérez es la sesión conjunta de las comisiones terceras celebradas el pasado jueves, sobre el proyecto de Reforma Tributaria a su consideración. En forma clara y categórica manifestaron su oposición al referido proyecto en virtud a que lo consideran un freno al crecimiento del país, nefasto para la inversión y para la generación de empleo.
Se evidenció el desmedido afán del Gobierno nacional por su pronta aprobación, sin haber tenido en cuenta las múltiples observaciones de los propios miembros del congreso. En mi concepto, no hubo primer debate del proyecto y se acudió al “Pupitrazo” para su aprobación en bloque, sin discutirse siquiera las modificaciones propuestas. El gremio minero-energético ha manifestado que se pondrá en riesgo de seguridad energética; Fenalco dice se afectará el crecimiento económico y el empleo; la Andi que se afectará la actividad empresarial y la inversión futura; la Cámara de Comercio Colombo Americana que se ahogará a los que crean empleo y mueven la economía; los demás gremios consideran excesiva la carga tributaria que se pretende imponer.
Tampoco ha sido escuchada, hasta ahora, la Procuraduría General de la Nación sobre la vulneración de los principios Constitucionales y jurisprudenciales que generaría el gravamen a las pensiones.
Tiene razón el ex ministro Juan Carlos Echeverry cuando afirma que “La economía ha pasado a un segundo plano en los sentimientos políticos actuales”. Se prefiere “Pagar un precio en menor prosperidad, mayor desempleo y caída en ingresos con tal de lograr otros objetivos que consideran más meritorios. En particular, los objetivos denominados “de identidad”. Estos son del tipo frenar la inmigración, contrarrestar el cambio climático, alcanzar la equidad racial y de género, generalizar el acceso al aborto, permitir los matrimonios del mismo sexo, poner atención especial al cuidado de los animales, entre otros”.
A los líderes populistas parece no importarles el costo económico de lo que proponen. Remata su análisis así: “Dadas las nocivas políticas y sociales que se espera implantar en Colombia, más pronto que tarde nos enteraremos de si la gente vuelve a darle importancia a los temas económicos sobre los de identidad”.
