Carlos Yepes A.
El Departamento del Huila ha sido un referente de inseguridad desde hace muchas décadas, como habitantes hemos sufrido todas las expresiones de violencia con las consecuencias muy bien conocidas por todo el país, valdría la pena por ejemplo recordar la influencia de la zona de distensión, el secuestro masivo en el edificio de Miraflores y el secuestro del ex Senador Gechem en pleno vuelo, para no hablar de otras expresiones como la masacre de los niños de Algeciras, de los concejales de Rivera o las tomas indiscrimidadas y crueles de varios de nuestros 37 municipios.
Hoy la historia pareciera estarse fraguando en contra nuestra nuevamente, hemos conocido numerosos informes, testimonios y denuncias ciudadanas que indican un incremento alarmante en la incidencia de delitos como homicidios, que han aumentado en un 30% en el último año y el hurto en un 24%, en diversas zonas del Huila. La preocupación de la comunidad y las estadísticas disponibles reflejan una tendencia negativa que requiere una atención inmediata por parte de las autoridades competentes.
Estamos ante un fragante deterioro de la seguridad en el departamento, así lo indican las estadísticas delictivas y los testimonios ciudadanos que hemos venido recopilando de líderes comunitarios que describen sus situaciones de inseguridad y desde luego de vulnerabilidad. La fuerza pública tenemos que reconocerlo se ha visto deslegitimada en este gobierno frente a su actuar y responsabilidad con un principio constitucional como lo es la defensa de la vida y la integridad de nuestros compatriotas.
En los últimos meses es muy considerable el número de denuncias formales de ciudadanos huilenses que ven afectada su seguridad, son cada día más las víctimas de la delincuencia y del resurgimiento de los grupos armados disidentes al margen de la ley. El pasado fin de semana por ejemplo, hicieron presencia en plena zona urbana del municipio de Iquira, hecho que generó un abierto rechazo de las distintas autoridades regionales que han expresado públicamente su preocupación ante el incremento de la criminalidad, la extorsión, el abigeato y demás expresiones delincuenciales que ameritan medidas urgentes para abordar este creciente problema en el departamento.
En virtud de lo anterior, esperamos como ciudadanos de bien que se tomen las acciones necesarias por parte de las autoridades civiles y militares para abordar y revertir la situación de inseguridad en el Huila. Además los ciudadanos debemos estar disponibles para colaborar y coordinar esfuerzos con las autoridades competentes con el objetivo de encontrar soluciones efectivas que garanticen la seguridad y el bienestar de nuestros conciudadanos.
Celebramos abiertamente que el Senador Carlos Julio González haya tomado la vocería ante la plenaria del Senado, instando a las fuerzas militares y al Gobierno Nacional para que actúen con eficiencia ante esta creciente ola de inseguridad que agobia a los Huilenses.
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