Por:
Juan Yamid Sanabria |
Dos de los centros comerciales más grandes de Neiva deben ser motivo de debate público sobre su rentabilidad económica y social. Las dinámicas del mercado no tienen consideraciones, sumado a la falta de planeación y presuntos malos manejos del pasado, conllevan a una percepción de abandono en lugares que fueron diseñados para la recuperación del espacio público y dinamismo comercial, pero la realidad es otra.
El Centro Comercial Los Comuneros nació en 1997 durante el gobierno de Guillermo Plazas Alcid con el fin de reubicar a comerciantes formales, así como vendedores ambulantes. En el año 2003 fue victima de un grave incendio que consumió el primer y segundo piso; después en el año 2009 sufrió el atentado del carro bomba y posteriormente los constantes daños eléctricos han entorpecido el desarrollo habitual; todo ello sumado a los presuntos malos manejos financieros de anteriores administraciones.
Actualmente existen 1553 locales, de los cuales 78 son del municipio de Neiva, (todos en su gran mayoría vacíos) por los cuales la Alcaldía debe pagar al año aproximadamente 1.000 millones de pesos sumando todos los gastos de administración. Algunos preguntan, ¿por qué no se entregan estos locales a emprendedores o vendedores ambulantes?, y una posible respuesta es porque no es rentable pagar un espacio poco concurrido, en especial las zonas del tercer piso que son inhóspitas.
Ahora frente a Mercaneiva la historia no es tan diferente, desde su fundación también en el gobierno de Guillermo Plazas Alcid, la intención era trasladar la plaza de mercado a esta zona, pero la realidad de los años 90’ contrasta con la actualidad, donde una persona prefiere por comodidad ir al fruver más cercano a sus casas, aunque existan mejores precios en la popular “galería”, muchos optan por no hacerlo. En Mercaneiva la Alcaldía tiene 1.545 locales (también en su gran mayoría vacíos), por lo cuales deben pagar aproximadamente 1.300 millones de pesos al año, en un entorno también cuestionado por antiguos malos manejos.
Finalmente, la administración municipal tendrá que tomar medidas contundentes con un gasto que puede superar los 2.300 millones de pesos al año, de infraestructuras mal aprovechadas y recursos públicos que podrían estar siendo mejor utilizados en otras áreas, pero para eso deberán ser producto de un estudio técnico que determine cuál es la mejor decisión; puede que el problema no sea la soledad sino la mal compañía.