Por: Samuel Gutiérrez
No cabe duda que Colombia pasa días realmente difíciles, como si no hubiese bastado el covid19 y todos los estragos en materia de salud y económicos que este nos ha ocasionado, debemos sumarle el actual paro que profundizo aún más la crisis.
Si bien mayoría de quienes marchan lo hacen con argumentos de peso a raíz de los errores del Gobierno de Iván Duque, que no ha sabido leer el humor social, también hemos visto a quienes con violencia y bloqueos viales están deslegitimando a aquellos que solo usan su voz pacifica para rechazar las decisiones con las que no han estado de acuerdo. También están los que quieren sacarle provecho político a esto para atacar al presidente y más que a él, a la institucionalidad completa. Fue un error haber sacado en este momento una reforma tributaria así, sin socializarla con los partidos y con el colombiano de a pie, fue un papayaso para quienes desean el caos y el fracaso de Duque. Se podía haber corregido con altura esta reforma en el congreso, hacerle los cambios que la gente sugería en la calle sin necesidad de mandar todo al traste, es urgente que programas como el ingreso solidario, la educación gratuita para jóvenes de estrato 1, 2 y 3 y demás beneficios sociales que estaban tipificados iniciaran a andar, no se hizo así, se bajó todo de tajo y a iniciar de cero. Aunque el presidente ya anunció la gratuidad en la educación superior, es necesario acelerar el tema de ingreso solidario, muchas familias vulnerables están con urgencia necesitando ese apoyo económico. Por cierto, si es bueno aclarar que esa gratuidad en la educación superior no es un logro del paro, ya estaba en la reforma que hicieron tumbar.
También el Congreso decidió archivar la reforma a la salud, iniciativa del partido Cambio Radical, tenía cosas muy buenas la verdad y otras que se podían haber discutido, pero como está el ambiente hoy por hoy, difícil. Lo que me extraña es que tantos odiadores de la ley 100 no hayan aprovechado esta oportunidad para enterrarla y hacer una nueva según sus deseos, pero bueno, tenemos muchos congresistas que son mucho de estar en Twitter y poco de presentar verdaderas reformas de peso.
En conclusión, el paro ha sido de admirar por quienes lo han hecho de manera pacífica, tienen toda mi admiración y respeto, merecen ser escuchados y sus iniciativas llevarlas a cabo, miles de jóvenes tienen razón en sus preocupaciones, en este país no hay empleo para nadie, se necesitan políticas públicas del orden nacional, departamental y local que ayuden y conlleven a la generación de empleo, ya las estamos viendo gracias al paro. Referente a los que con violencia se han manifestado total rechazo, y no me citen a Bolívar que uso la violencia para liberarnos porque hasta su estatua tumbaron, estamos en pleno siglo XXI, la solución siempre debe ser el dialogo, estamos en un país que ha sido violento toda su historia y si nosotros seguimos haciendo lo mismo sería realmente triste.
No se pueden taponar vías, el derecho a manifestarse está garantizado, pero no es un derecho absoluto, el hecho de taponar una vía e impedir la libre movilidad del otro ya es violencia, ya estamos cometiendo un delito y vulnerando los derechos de los demás. El taponamiento de las vías le ha generado al país perdidas por el orden de los 10.2 billones de pesos, esto debe parar, no se puede pedir empleo y estar atacando y quebrando a quienes lo generan. Es un llamado a ser conscientes que este país para cambiarlo no es necesario destruirlo, la solución está en nuestras manos.
El día que dejemos de votar por cincuenta mil pesos, por un bulto de cemento o por cualquier favor, sino que lo hagamos por quienes tengan argumentos, quienes conozcan las problemáticas de nuestras regiones y quieran de verdad trabajar, ese día este país cambiará. Nuestra democracia nos da ese lujo y no digan que no porque hoy vemos alcaldes de todas las corrientes políticas en el país. El llamado es a votar bien, quien paga para llegar, llega es a robar, elijamos personas que no solo digan, sino que se parezcan a lo que nos dicen. Votemos bien, y no solo al Congreso y Presidencia, mucho más importante en lo local, porque ahí es donde inicia el gran desfalco que día a día le hacen a Colombia.
Pdta: recuerden que es una opinión, no una nota periodística.