Tras el 0-0 con México, la Sub-20 femenina ya piensa en Nueva Zelanda, próximo escollo en el Mundial de Costa Rica.
Sufrido hasta el final. Así resultó el segundo partido de la Selección Colombia femenina en el Mundial Sub-20, que terminó empatado sin goles y les permitió a las dirigidas por Carlos Paniagua conservar el liderato del Grupo B.
Ahora, en la búsqueda de uno de los dos cupos para los cuartos de final del certamen que se realiza en Costa Rica, el conjunto nacional enfrentará a Nueva Zelanda (perdió 3-0 con Alemania). Este encuentro será este martes a las 6:00 p.m., la misma hora en que chocarán Alemania y México.
Las colombianas, con 4 puntos, son líderes y llegarán con ventaja sobre los demás elencos, pues las germanas suman 3, las mexicanas 2 y las neozelandesas 1.
En el compromiso que se realizó el pasado sábado en estadio de San José sobresalió la arquera caldense Natalia Giraldo, que con sus estiradas y oportunas intervenciones evitó los goles de México, elenco que generó las mejores opciones e hizo más por la victoria.
Igualmente merece elogios la defensa central Ángela Barón, quien encaró con personalidad a las delanteras rivales en este juego inédito de la Copa Mundo sub-20, junto a Kelly Caicedo que también se batió como guerrera en la zaga.
Esta vez el juego ofensivo de Colombia no brilló como en el debut, cuando derrotó por 1-0 al tricampeón Alemania. Linda Caicedo, que ha tenido un intenso trajín en los últimos meses, uno de ellos en la Copa América de mayores, lució cansada y le costó superar la férrea marca que le impusieron. Gisela Robledo tampoco tuvo claridad en el último tercio y fue sustituida.
A juzgar por lo visto en el terreno de juego, ante un adversario con ocho participaciones mundialistas en esta categoría, el empate fue un buen premio para las juveniles colombianas que se han impuesto el reto de avanzar, mínimo, a semifinales, como lo hicieron sus antecesoras en 2010. Esa vez, en Alemania, fueron cuartas en su debut mundialista.
Lo sucedido el sábado es la ratificación de lo dicho por las jugadoras de la Tricolor y del propio técnico Paniagua, que en el Mundial “no hay rivales fáciles” y para lograr el objetivo aún falta mucho esfuerzo por ofrecer, algo que no se han ahorrado hasta el momento. Su entrega y actitud tiene encantado al país