No cabe duda que las mascotas son una compañía y hay que cuidarlas, pero no se puede llegar al extremo de considerarlas personas. De hecho, la naturaleza es hermosa y es la obra del Creador al servicio del ser humano y éste debe cuidar y proteger el medio ambiente. Cómo me duele el maltrato al medio ambiente, cómo me duele ver la agonía del río del Oro, cada día más una cloaca causando una serie de enfermedades. Cómo me duele la contaminación de la tierra con la cantidad de plásticos que arrojamos sobre la hermosura de la tierra. Tantas campañas y ¿en qué queda?; ¿cuáles son los resultados? Aparecen partidos que toman como lema la defensa del medio ambiente y, ¿cuáles son los resultados? Mucho ruido y pocas nueces. Claro que sí, hay animales muy cercanos al hombre: los perros, los gatos y sobre todo el caballo. La fauna avícola es preciosa, ¡cómo nos deleita contemplarla! Pero de ahí a darle status a las mascotas hay mucho trecho. Hoy las mascotas determinan el lugar de los paseos y los itinerarios de los descansos. ¡Qué ridículo!, las mascotas se estresan: alimentos especiales para las mismas y hay niños que mueren de hambre. En la economía familiar ocupa un buen espacio el dinero para las mascotas: refugios y ahora se llaman hoteles. Se gastan ingentes sumas de dinero en los alimentos, “útiles de aseo”, médicos veterinarios y hasta alcobas con todos los aderezos. En la familia pueden faltar los niños, pero no las mascotas. ¡Qué horror! Hoy hay hasta salones de belleza para las mascotas. ¡Qué inversión delos valores! Y, todos tan olímpicos. Ya en los viajes tienen prelación las mascotas. Usted va en un avión y al lado lleva de “compañero de viaje” a una mascota y, además tiene que aguantarse, son los derechos de los animales y, van pagando tiquete de primera. ¡Qué horror!, ¿a dónde hemos llegado? Y eso que no se ha tocado fondo. Ahora a las mascotas se les pone nombres humanos, ¡ah, excúsenme, son “personas”! Imagínese, amigo lector, que en un país de cultura musulmana se les pusiera nombre a las mascotas, nombres de los personajes históricos de su cultura, ¿qué pasaría? Ni pensarlo por favor, sería eliminado de la faz de la tierra. Ponerle a una mascota el nombre de Mateo o Lucas, es un irrespeto a nosotros los cristianos, pues esos nombres representan para nosotros a dos evangelistas. ¡Qué irrespeto, para decir lo menos! Hay gente tan vacía, sobre todo en ciertos ambientes, que el tema central de conversación es: la peluquería a donde llevan las mascotas, la clase de alimentos que consumen, el tipo de perfume que debe utilizarse, etc. ¡Qué mediocridad! Por favor, ocúpense de temas importantes. Pregúntese, qué sensibilidad social tiene usted frente a tanta inequidad que aparece por doquier. Pregúntese, por favor: ¿usted es justo en las relaciones con los demás?; ¿usted es responsable en su trabajo?; ¿usted es honesto en el manejo de la rex o cosa pública?; ¿qué cultura ciudadana tiene usted? Por favor dejemos tanta retórica y vamos a los hechos. De buenos deseos está lleno el infierno.