Por: Luis Alfonso Albarracín Palomino
Circular por la ruta 45 hacia el sur y viceversa, se ha vuelto una tortura para los conductores de vehículos y motos que transitan por esta vía por los pares y sigas, ubicados estratégicamente para facilitar el desarrollo de las obras de la reconstrucción y pavimentación, que adelanta el Consorcio que fue designado por el gobierno anterior de Iván Duque Márquez. Pero vale la pena soportar estas incomodidades. Las obras se están viendo y el avance actual, demuestra que están quedando muy buenas. Hay que reconocerle al equipo de trabajo, que le están aplicando alta tecnología en las construcciones viales de este tipo. No están improvisando. Lo están haciendo durante el día y la noche. A veces se demoran más de una hora por el alto flujo de carros que transitan, pero repito, vale la pena. Me ha impresionado los grandes reflectores, que están iluminando los trabajos en horas nocturnas. Soy son un asiduo observador de esta mega obra, cuando me dirijo a cumplir mis labores académicas a otros municipios del departamento y encuentro que los diseños y la ejecución de éstas, van a representar a la sociedad huilense un trabajo de alta ingeniería, que una vez las terminen en la vigencia 2028, el Huila, quedará con una imponente arteria vial, entre Neiva-Pitalito-San Agustín-Mocoa y Santana en el Putumayo, cual será un orgullo para los habitantes de estos departamentos.
Por tal motivo, hay que tener paciencia y mucha paciencia, así nos incomode los largos horarios de espera para continuar nuestros destinos. Pero vale la pena, hacer unas respetuosas sugerencias a los directivos de la Concesionaria Ruta al Sur. Se están haciendo las desviaciones en algunos municipios, pero al mismo tiempo están pavimentando las vías de acceso a estas localidades. Hace 10 días se presentó un mayúsculo trancón al lado y lado de las entradas a la zona urbana de Hobo. Pero veo que ya construyeron el romboide a la entrada sur de esta localidad. Deberían haber terminado primero la vía perimetral y luego si, realizar los trabajos de repavimentación dentro del casco urbano. Así se evitarían dichos trancones. Cuando suceda esta situación con los demás municipios, considero que terminen las vías perimetrales. Así se evitan estas torturas para los conductores. Las vías urbanas de Hobo son angostas. Por un lado, esa imponente maquinaria raspando el antiguo pavimento y por otro lado, circulando buses y camiones de gran tamaño. Observé como dos vehículos, caían al hueco y los demás hacían peripecias para no sufrir el mismo fenómeno. Aunque parezca risible, fue un gran examen de conducción para los que no cayeran al hueco.
No quiero que se indispongan conmigo. Soy un académico desde hace 35 años en la Universidad Surcolombiana, como profesor catedrático y además fui Decano de la Facultad de Economía y Administración. Soy un buen observador y analista, apreciados directivos de la Concesionaria. Estos comentarios los hago de manera constructiva y proactiva. Otra recomendación. Me he hecho esta pregunta: ¿Qué va a pasar con los vendedores ambulantes que desde hace décadas se encuentran ubicados a los lados de la vía principal y dónde van a quedar reubicados, con el fin de no perjudicarlos? Se me ocurre, que, en algunos costados de las vías variantes, la concesionaria, podría adecuarles uno sitios estratégicos que puedan ejercer sus labores de manera adecuada. Hay que ser creativos e innovadores. No hay que desprotegerlos. Centenares de familias viven de esta actividad económica del sector informal. Hay que buscar consensos con estos actores. Igualmente, no construyan más reductores de velocidad. Ubiquen cámaras de foto multas, así suenen antipopulares dichas medidas de prevención.
