La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) sufrió este miércoles otra jornada de apagones en el horario pico debido a una afectación del 14%. La compañía estatal comunicó que la afectación estimada en las horas de mayor consumo será de 377 megavatios (MW) ya que la disponibilidad es de 2.643 MW y la demanda de 2.950 MW.
De ahí que, la UNE ha dado cuenta de cortes eléctricos casi a diario en el país desde mediados de marzo de 2022. Desde entonces, y hasta el pasado fin de semana, se ha registrado una afectación en el suministro en al menos 54 días, prácticamente todos los días desde junio. Por tanto, las autoridades aseguran que trabajan para estabilizar el servicio, especialmente en estos meses calurosos de julio y agosto cuando se incrementa la demanda por el uso de aires acondicionados en los hogares.
Diariamente, la Presidencia cubana informa sobre la generación y la demanda energética en el país, lo que refleja la importancia de este asunto en términos económicos y políticos.
Recordemos que los apagones fueron uno de los factores detrás de las protestas antigubernamentales del pasado julio, junto al desabastecimiento, la inflación y las quejas de corte político. Aquellas protestas -con miles de manifestantes, una muerte violenta, cientos de detenidos y cerca de 400 condenas de cárcel hasta la fecha- se produjeron en un contexto de grave crisis económica que, en gran medida, no ha conseguido atajarse en estos últimos doce meses.
Así las cosas, un año después de las mayores protestas en décadas en Cuba, en las cuales miles de personas salieron a las calles agobiadas por los apagones y las carencias agudizadas por la pandemia y la presión de un endurecimiento radical de las sanciones de Estados Unidos, la isla lucha por salir adelante de una de las más duras crisis de su historia y cuyo impacto social y político todavía se hace sentir.
