Luis Humberto Tovar Trujillo
Como se dice en el argot del juego del billar; “tacan burro” los enemigos de la vaca mas conocida recientemente, mas que todas las anteriores, es la vaca organizada por los antioqueños, para terminar de construir las vías 4G, ante la negativa, del gobierno nacional de terminarlas.
Gobierno contra los antioqueños, y de paso contra los colombianos.
Un gobierno que ni hace ni deja hacer; taca burro, porque no son obras solamente para los antioqueños, sino para toda Colombia, para su desarrollo, para la salida al mar de gran parte del país.
No son solamente los paisas, los aportantes a esa gran vaca, sino todos los colombianos de bien, que son la gran mayoría, que están aportando, porque son vías para Colombia y los colombianos.
Han aparecido como siempre, las famosas bodegas petristas, anunciando demandas contra el gobernador de Antioquia, por supuestamente, recolectar dinero en forma ilegal del público; sin autorización del gobierno de la ineptitud y la incapacidad, que se niega por principios al desarrollo, a destruir lo construido; como siempre atravesados como mulas muertas.
Vaya “mulas muertas” y seguirán tacando burro, mientras existan en la conducción del país.
Dan cuenta las noticias, de que ya se han recogido dos mil millones de pesos, de todas partes del país, en una demostración de solidaridad y ejemplo patriótico de los colombianos, a una causa noble, como muchas que han existido en nuestro país, que ha concitado la voluntad nacional.
Antioquia es ejemplo de unidad nacional, su condición de lideres en el mejor de los sentidos, demostrado por todas las latitudes del territorio nacional, una vez mas congrega a los colombianos, a demostrar que todos podemos y que con, o sin la ayuda del gobierno de la miseria, podemos salir adelante.
Presidente, ojo que de pronto le enviste la vaca antioqueña, que se volvió causa de todos los colombianos, en una demostración adicional de su incapacidad como gobernante.
La vaca esta brava porque está recién parida; puede cornearlo y tumbarlo.
NOTA: Muy complacido, en unión de nuestra familia, por la visita de nuestros hijos y sus familias, sobrinos y nietos, en nuestra ciudad. Definitivamente el calor humano que nace del seno familiar con esta visita, renueva nuestra creencia en Dios, por la consanguinidad y afinidad reunida, sus nobles sentimientos, su altruismo, en seguir progresando, y el contagio en la fe, por un país mejor, y lleno de nuevos propósitos, donde la adversidad viviente, nunca será obstáculo para ofrecerle a esas nuevas generaciones en crecimiento, mejores oportunidades de vida, pese a los riesgos que entraña el mal.
En horabuena, Bienvenidos. Nos hacen felices.