La inclusión en agosto pasado del Yacimiento Paleontológico de La Venta en la lista de los segundos cien sitios de patrimonio geológico, por parte de la Unión Internacional de Ciencias Geológicas -IUGS-, dejó al descubierto información de interés sobre la importancia de este sitio, ubicado en el municipio de Villavieja, Huila, que además de contribuir en forma sustancial al desarrollo de las ciencias geológicas, propicia el desarrollo de otra clase de actividades científicas y ecoturísticas.
DIARIO DEL HUILA, ESPECIALES
Por: Marta Eugenia López B
El Yacimiento Paleontológico de La Venta/Desierto de La Tatacoa, en Villavieja, Huila, es un referente científico mundial, ejemplo representativo de la vida durante la Época del Mioceno Medio, periodo geológico de hace 13 millones de años, del cual se deriva la existencia de fósiles y rocas de esa etapa de la historia de la tierra, considerada relevante por los científicos.
Evaluado por la UIGS bajo el criterio «Historia del planeta Tierra y la evolución de la vida», en palabras de la geóloga Marianela Vargas Anaya, quien recibió a nombre del SGC y del país dicho reconocimiento en Busan, Corea del Sur, durante la 37a reunión de la IUGS,“hace millones de años en el Yacimiento Paleontológico de La Venta existió una selva tropical que albergaba una gran variedad de flora y fauna”.
Según definición científica: un Yacimiento Paleontológico es aquella localidad en cuyas rocas se conserva de forma natural, una cantidad significativa de fósiles y otras evidencias de la vida en el pasado.
El hallazgo en esta área de una extraordinaria e incomparable riqueza de fauna y flora correspondiente a ese periodo geológico, determinó su designación como Konzentrat-Lagerstätte -Yacimiento Paleontológico- denominado La Venta, nombre derivado probablemente de una de las quebradas que lo surcan y de la existencia en sus orillas en épocas pretéritas de un sitio de intercambio comercial aborigen.
El análisis de restos fósiles de este bioma de bosque húmedo neotropical del Mioceno medio, ha permitido registrar un periodo de calentamiento llamado “Óptimo Climático del Mioceno” y un periodo de enfriamiento conocido como “Transición Climática del Mioceno”, razón por la cual este yacimiento es considerado una joya
geológica que corrobora la existencia de la exuberante fauna y flora en esa época en el planeta.
En las rocas y restos fósiles de mamíferos, reptiles, aves, anfibios, invertebrados, plantas, entre muchos otros vestigios hallados en la zona, los científicos han encontrado información valiosa sobre cómo era en esa época la vida en la tierra, razón por la cual, según la geóloga, son “una especie de biblioteca ancestral de importantes periodos de cambios climáticos, tectónicos y geográficos, que ocurrieron en un momento particular de la historia de La Tierra”.
El Yacimiento Paleontológico de La Venta es considerado un referente mundial, gracias a las maravillas naturales geológicas y paleontológicas que lo conforman y atesoran una historia invaluable para las ciencias de la tierra.
De acuerdo con estudios científicos, el Yacimiento Paleontológico de La Venta conserva, además, otro yacimiento de la época del Pleistoceno (cerca de 16 mil años), cuya historia más reciente se caracteriza por abarcar las últimas glaciaciones de la Tierra, por lo cual también es considerado una ventana única al pasado de la Tierra para el estudio de los ecosistemas terrestres neotropicales durante el Neógeno -periodo de enfriamiento de la Era Cenozoica.
Expediciones y hallazgos
Las expediciones científicas y las más de 200 publicaciones relacionadas con este sitio paleontológico, demuestran su tradición científica. Realizadas en su mayoría por investigadores e instituciones internacionales, son prueba, según algunos de ellos, de que es uno de los primeros conjuntos fósiles de América del Sur y uno de los más estudiados.
Los estudios afirman que los primeros fósiles hallados en 1922 en La Venta por investigadores de Universidad de La Salle, permitieron describir científicamente en
1929 un nuevo astrapoterio – orden de mamífero placentario con pezuñas, que vivió en Suramérica y un nuevo caimán denominado caimanina gigante en 1941.
Las expediciones realizadas entre las décadas del 40 y el 50 por el geólogo español José Royo y Gómez en 1942 y 1945; Savage en 1951 y Ruben Artur Stirton en 1953, este último zoólogo de la Universidad de Kansas, especialista en mamíferos, se encaminaron a la recolección in situ de fósiles de vertebrados.
En la década del 70 y hasta el 90, importantes universidades adelantaron valiosos estudios: entre 1977 y 1987 la de Kyoto (Japón) en alianza con Ingeominas y entre 1985 y 1992 la de Duke (California), en alianza con la misma entidad nacional.
Muestras de los fósiles hallados en sus expediciones son exhibidas en el Museo Geológico Nacional “José Royo y Gómez“ de Bogotá, en el Museo Paleontológico de Villavieja y en el Museo de Historia Natural del centro poblado La Victoria, de la misma localidad.
Muchos otros, hallados en las investigaciones adelantadas por científicos de universidades como las de Duke y California (Estados Unidos) y Dokkyo y el Instituto de Primatología de la Universidad de Kyoto (Japón), fueron llevados como objetos de estudio.
Según el documento de sustentación presentado por el SGC a la IUGS, en el presente siglo, investigadores colombianos e internacionales han realizado estudios en este yacimiento con participación de la comunidad local, sobre temas geológicos, paleobiológicos, taxonómicos y evolutivos de grupos de vertebrados fósiles y existentes y sobre la evolución tectónica y paleogeográfica del Cenozoico del noroeste de América del Sur.
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Importancia
De acuerdo con las investigaciones, el hallazgo en esta área de fósiles de fauna que habitó el norte de América del Sur en el Mioceno, refleja de manera única, cómo los organismos se adaptaron al evento climático global “Óptimo Climático del Mioceno” – y a los cambios en la configuración tectónica y del paisaje en los Andes del norte.
Estudios recientes adelantados por Juan David Carrillo Sánchez y otros científicos, indican que la información que arrojan los fósiles y las rocas de este Yacimiento Paleontológico, ofrece oportunidades excepcionales para comprender la relación entre el cambio climático ambiental, -desafío al que se enfrenta la humanidad en la actualidad- y la evolución biótica en los trópicos.
Adicional a ello, el buen estado de conservación de los restos fósiles hallados en los descubrimientos, -bastante completos en general, según los científicos- , ha facilitado la identificación y caracterización de los ejemplares, en especial de piezas fósiles que quizás no se conserven tan fácilmente en otros yacimientos, como dientes o colmillos de pequeños mamíferos.
Para el caso de las tortugas, los estudios realizados en huesos demuestran una sobresaliente preservación a nivel macroscópico y microscópico. De ellos, de acuerdo con estudios adelantados por el paleontólogo Edwin Cadena en 2020, se han logrado extraer componentes microestructurales, como células osteocíticas,
vasos sanguíneos y restos de sus componentes biomoleculares originales identificados.
En relación con la rica biodiversidad de grupos faunísticos endémicos anteriores al Gran Intercambio Biótico Americano, en La Venta además de invertebrados y plantas leñosas, han sido descritas más de 190 formas faunísticas fósiles diferentes, incluidas 93 nuevas especies y 52 nuevos géneros.
Los hallazgos comprenden 44 nuevas especies fósiles de tres ambientes diferentes: peces de agua dulce, tortugas, manatíes y cocodrilos en el acuático; monos, murciélagos y pájaros del bosque tropical y diferentes tipos de mamíferos en las llamadas zonas de mosaico, entre bosque tropical y pastizales, así como en zonas abiertas de pastizal.
Los hallazgos incluyen peces de agua dulce del Mioceno, reptiles y mamíferos que vivieron entre hace 13,8 y 12 millones de años durante el Laventense, (Laventia – Etapa Laventan), edad de mamíferos de Suramérica, así denominada por la importancia paleontológica de La Venta, época en que el clima de la región era más húmedo y estaba poblado por bosques de árboles similares a los de hoy.
Aun cuando los científicos han comprobado que los metaterios están presentes en otros conjuntos fósiles de América del Sur, la inclusión en el registro fósil de algunas especies registradas únicamente en este yacimiento, como el esqueleto más completo del tilacosmílido Anachlysictis gracilis, extinto marsupial dientes de sable, nunca antes encontrado y uno de los más completos de Sparassodonta, hallado en 2023 en La Venta, indica que el sitio cuenta con uno de los conjuntos de fósiles metaterianos más diversos de América del Sur, vinculado potencialmente al “Óptimo Climático del Mioceno”.
El Yacimiento de La Venta alberga, además, uno de los conjuntos de primates extintos más diversos, razón por la cual es clave para comprender la historia evolutiva del grupo de platirrinos en América del Sur, por ser una de las pocas localidades tropicales donde se han hallado fósiles de esta clase de primates.
En 1986 en este mismo yacimiento fue hallado un fósil de un Aotus dindensis, especie extinta de un primate platirrino de entre 12 y 15 millones de años, primer fósil de primate del Nuevo Mundo clasificado dentro de un género viviente, con base en evidencia anatómica de la dentadura y huesos faciales.
Estudios realizados a esta última especie dieron pie a la hipótesis de que el origen de algunos géneros actuales de platirrinos se remontaría a 20 millones de años, con lo cual las épocas de procedencia de los animales prehistóricos del desierto se ampliarían.
Formaciones geológicas
Respecto de la existencia de rocas en el Yacimiento de La Venta, el documento de sustentación afirma que en él existen rocas hospedantes del Grupo Honda, unidad geológica que alberga fauna y flora y de fósiles in situ, que le dan un gran valor al yacimiento.
“Las formaciones geológicas que componen el sitio han dado como resultado un paisaje icónico de «badlands», -tierras malas- con afloramientos extensos y bien desarrollados, paisaje distintivo resultado de la compleja interacción entre la litología, la meteorización prolongada y las condiciones áridas influenciadas por la sombra de lluvia orográfica de la Cordillera de los Andes” -dice el texto.
De acuerdo con Javier Guerrero, geo científico de la Universidad Nacional de Colombia, estudioso de este yacimiento, aun cuando el Grupo Honda aflora en diversas localidades del Valle Alto y Medio del río Magdalena, es en la zona de La Venta donde se encuentran los mejores afloramientos, puesto que dentro de esta unidad se presentan y exponen los tramos más completos y los niveles fosilíferos más productivos.
De ahí deriva la valiosa visión de la evolución paleo biogeográfica y tectono- estratigráfica del norte de Sur América, que ofrece el registro geológico integral de La Venta y que según los estudios es particularmente significativo, ya que “brinda la oportunidad de aclarar las relaciones entre la flora y la fauna con la topografía, la composición del suelo y el suministro de sedimentos”.
Consciencia de conservación
El deterioro y/o destrucción del Yacimiento Paleontológico de La Venta/Desierto de La Tatacoa, conllevaría la pérdida de la posibilidad de continuar estudiando y analizando el pasado de la tierra y la evolución de la vida en este lugar y el desarrollo
de otra clase de investigaciones entre ellas arqueológicas, botánicas, zoológicas, astronómicas y actividades ecoturísticas, para las cuales es propicio.
El deterioro y/o destrucción del Yacimiento Paleontológico de La Venta/Desierto de La Tatacoa, implicaría una pérdida irreparable de la información que contienen los restos fósiles que se hallan en él.
De ahí la necesidad de unir esfuerzos y destinar recursos para lograr la preservación del patrimonio natural y cultural que alberga esta área que, aunque conocida como Desierto de La Tatacoa que, según el Sistema Holdrich, es realmente un bosque seco tropical, propio de tierras bajas, caracterizado por precipitaciones limitadas y un suelo con formaciones erosivas y vegetales, compuestas por árboles, arbustos, epífitas, hierba y plantas trepadoras.
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