Alvaro Hernando Cardona González
La mayoría de nosotros, y menos nuestros gobernantes, no conocemos el Centro Surcolombiano de Investigación en Café – CESURCAFE. ¿Qué decir? Maravilloso y asombroso centro opita de investigación científica e innovación en café, adscrito a nuestra Universidad Surcolombiana. Este es un centro científico, que ya cuenta con reconocimiento internacional ejecutando proyectos científicos sobre el café con dotación de tecnología de última generación, obtenida a través de exitosos resultados en convocatorias nacionales financiadas con recursos del Sistema General de Regalías, en cuyos procesos se ha podido consolidar una importante infraestructura de laboratorios para investigación científica que ubican a CESURCAFE como el centro de investigación con mayor infraestructura tecnológica del sur de Colombia. Nada menos.
Este centro de investigación se encuentran trabajando articuladamente mediante alianzas con actores internacionales del más alto nivel como el caso de la Kansas State University, la University of Manchester, la Universidad Federal de Lavras y la Zurich University of Applied Sciences. Es inaudito que se trate de minimizar y subestime tanto la capacidad instalada y sus resultados.
CESURCAFE apoya los procesos académicos regionales, que claro, son adelantados por la Universidad Surcolombiana para todo el Sur de Colombia. Y es que este centro educativo ofrece el único programa de posgrado a nivel de maestría con enfoque técnico científico en Ciencia y Tecnología del Café en Latinoamérica. Y este, avanza en este momento con la segunda cohorte de maestrantes, en el que se han vinculado como docentes investigadores de alto reconocimiento de Colombia y del mundo. La Maestría abarca todos los eslabones que requieren asistencia técnica e innovación científica para generar agregación de valor en la cadena, de tal manera que es atractiva e interesante para consolidar el liderazgo de la región en el sector cafetero. Otras iniciativas entonces deberían cimentarse sobre las mencionadas fortalezas existentes en la Universidad y su Centro Surcolombiano de Investigación en Café que servirán de pilotes para consolidar una verdadera institución formadora de profesionales que puedan impactar en el menor tiempo posible la caficultura colombiana.
Como decíamos la semana pasada, no existe la necesidad de crear otro centro de educación superior dedicada al café; ni universidades del café. Ya tenemos esa oferta. Completémosla y fortalezcámosla. Volteemos nuestra atención a lo que tenemos en el Huila tanto en infraestructura como capital humano. Lo que ha hecho CESURCAFE es admirable.