Por: Alfonso Vélez Jaramillo
Preguntan con insistencia: ¿Por qué será que Rodrigo Armando Lara Sánchez, nunca habla del estadio?, en Neiva ya saben que cuando fue alcalde firmó el contrato adicional por $7.249 millones para culminar la primera fase, lo parte que se cayó.
También saben que abandonó esa obra, por cuya razón se le cayó cuando llevaba ocho meses en el cargo y a la gente no le olvida.
Pese a que le faltaban más de tres años de mandato y tuvo tiempo, no movió un dedo ni tampoco tomó alguna decisión para terminar los trabajos. En conclusión: dejó a la ciudad sin estadio, así hoy día lo esconda y lo niegue.
Ojo, esto que voy a contar: siendo alcalde Lara, el supervisor del municipio para la obra del estadio Armando Albarracín, siempre le informó sobre las falencias evidenciadas, y existen los oficios de advertencia que todos los días enviaba a su administración, que me desmientan Lara y Albarracín.
Tuvo que ocurrir el lamentable accidente con la caída de las losas cuando fundían una plancha, con la muerte trágica de 4 trabajadores y 10 heridos, para que el arrogante alcalde, que no escuchaba a nadie, se diera cuenta de su peligrosa omisión.
El accidente tuvo lugar el 8 agosto de 2016, Lara llevaba 8 meses de alcalde y sin empacho trató de tapar y lavarse las manos atribuyendo actos de corrupción en lugar de reconocer su irresponsabilidad administrativa y su propio descuido.
Literal y reposa en documentos: “lo que conduce a acreditar el nexo causal entre su conducta y el daño producido”, reza en el Auto 0958 del 12 de noviembre de 2019 del juicio de responsabilidad fiscal, pagina 589 al 646 del 12 de noviembre de 2019. No es invento.
Increíble que este hecho no haya sido tipificado penalmente como una omisión criminal, en lugar de accidente de laboral, cuando existían los elementos materiales probatorios
Lara dejó a Neiva sin estadio, el escenario deportivo más importante del Huila y fue imputado fiscalmente por la Contraloría, su estrategia por fin había sido descubierta, que, tal ahora engañando incautos con estos antecedentes y cinco campañas bajo sus hombros, diciendo que es nuevo en la política.
Menos mal que su inscripción como candidato a la gobernación del Huila está viciada y él está inhabilitado y es muy posible que antes de las elecciones esta inscripción sea anulada por el Consejo Nacional Electoral CNE.
Según expertos juristas, a primera vista está impedido, inclusive, no debió inscribirse, de acuerdo con el nuevo Estatuto Departamental, Ley 2200 de 2.022, como se le advirtió, seguramente, va a tener consecuencias jurídicas.
Lara Sánchez, además de no mencionar el Estadio de Fútbol Guillermo Plazas Alcid, cuyos recursos le dejó su antecesor Pedro Suarez, para el adicional que él contrató el 19 de febrero de 2016, sigue tapando su indecisión y esto es malo y de mala presentación para una carrera política.
Su gobierno firmó el contrato adicional No. 003 por 7.249 millones de pesos para su culminación, que fue la parte que se cayó, en un principio tapó esta verdad, sin embargo, tuvo que reconocer al hacerse público el documento que puedo suministrar si alguna persona está interesada.
Peor aún, Rodrigo Lara Sánchez firmó el contrato con los mismos constructores que cuatro meses atrás (septiembre de 2015) habían tenido un accidente de trabajo gravísimo en la obra de remodelación del estadio.
Tampoco tuvo en cuenta que la interventoría, según sus propias palabras en campaña, la realizaba un constructor de cocinas y que las obras ejecutadas, tenían enormes deficiencias constructivas, pero así contrató sin un estudio de expertos, solo verborrea de campaña.
No contento, acabó con el City Tour, abandonó cuatro años el CAIMI, no fue capaz de terminar el Patinódromo, abandonó el Parque Isla, no pudo con el colegio Cacique Timanco, acabo con la Secretaría de la Mujer y con la Dirección de Juventud.
No gestionó un peso para el Sistema Estratégico de Transporte Público, acabó con la empresa operadora del sistema “Opita”, abandonó la central semafórica inteligente y descuidó el plan de ornato de la ciudad, esto no es carreta, ahí está para que lo comprueben.
Lara fue el alcalde más ineficaz, no gestionó nada, no consiguió un peso, no toma decisiones para los intereses de los neivanos, pero trajo toda la mano de obra y los trabajadores paisas, boyacenses y bogotanos, los de aquí para él, no sirven.
Siendo equitativo, la única obra gestionada y financiada por Lara Sánchez, solo fue el Coliseo de Voleibol en la comuna 9 de Neiva, pero igual lo dejó botado e inconcluso por la mala planeación de su gobierno, ahora está siendo terminado por el gobierno actual.
Mencionan el peligro que con su alianza con el “Ficorodolfofajardismo” y el apoyo del Uribismo de Ernesto Macías y Hernán Andrade y los negociantes antioqueños que guardaba en secreto, si llegase a ser elegido sería capaz de entregarle a particulares antioqueños amigos de Fico, los hospitales de Neiva, Pitalito, Garzón y La Plata, la joya de la corona por los presupuestos de la salud, porque vienen por plata.
En sus discursos alardea los intercambiadores viales de la Usco y del Hospital, la pavimentación y andenización del Sistema Estratégico de Transporte Público (la hizo el Mono, hermano de Hernán Andrade), instituciones educativas, avenida Inés García de Durán y del Parque de la Música.
Para estas obras no compró un ladrillo, pero si puso su nombre en la placa, aunque con la frustración de no haber podido cambiarles la destinación a los recursos ni el contratista.
Aquí vale preguntar de nuevo ¿Porque será que Lara ostenta las obras que le dejaron, pero no menciona el Estadio?
