Así lo aseguraron algunos científicos quienes estudiaron los cambios que ha venido presentando el mundo ante la crisis climática.
DIARIO DEL HUILA, MEDIO AMBIENTE
Según las previsiones, los fenómenos meteorológicos extremos se exacerbarán y es muy probable que el calentamiento mundial supere los 1,5 ºC por cuenta del fenómeno de El Niño lo cual provocaría un aumento de las temperaturas mundiales “fuera de lo normal” y olas de calor sin precedentes.
Ahora bien, lo que se debe tener en cuenta es que el fenómeno de El Niño se produce durante el invierno del hemisferio norte y su efecto de calentamiento tarda meses en notarse, por lo que es mucho más probable que 2024 se catalogue como el año en el que se van a sufrir las mayores consecuencias del cambio climático y las consecuencias sean además de crónicas, históricas.
Las actividades humanas han llevado a que los gases de invernadero aumenten hasta el 12% las temperaturas causando en países como Estados Unidos y Europa sequías extremas y en grandes desastres por lluvias en países como Pakistán y Nigeria.
“Sugerimos que 2024 será probablemente el año más cálido jamás registrado. Es poco probable que La Niña actual se prolongue un cuarto año. Incluso un pequeño amago de El Niño debería bastar para batir el récord de temperatura global”, señaló James Hansen, profesor de la Universidad de Columbia, en Nueva York.
Mientras todo esto ocurre, parece que este 2023 fuese el año preparatorio para esa dura etapa que anuncias los expertos. Los fenómenos de El Niño y La Niña son la principal causa de las diferencias meteorológicas interanuales en muchas regiones. En los años de La Niña, los vientos alisios del Pacífico de este a oeste son más fuertes, empujando las aguas cálidas superficiales hacia el oeste y atrayendo aguas más profundas y frías hacia el este. El Niño se produce cuando los vientos alisios disminuyen, lo que permite que las aguas cálidas vuelvan a extenderse hacia el este, sofocando las aguas más frías y provocando un aumento de las temperaturas globales.
Así las cosas, las afectaciones no serían solo en cuando a sequías y olas extremas de calor, sino también temporadas de lluvias e invierno mucho más fuertes que las que presentó el 2022, que de por sí fue catalogado como el año más caliente que se presenta desde el 2015 y del cual viene Global Water Monitor haciendo un monitoreo desde el año 1880.
Con todo esto, lo que indican los expertos, es que es necesario aprender a tener otros hábitos de vida mucho más amigables con el medio ambiente, tomar medidas frente a la contaminación, cambio climático y efecto de invernadero para que con el paso del tiempo estas no casas no ‘pasen factura’ a la raza humana.