Las ambulancias deben ser controladas. El concejal Miller Osorio se refirió ayer a la complicada situación que vive la capital huilense con la ‘guerra del SOAT’. Señaló que la propuesta de sectorizar la ciudad no es un control efectivo que acabe con el peligro en el que se han convertido las ambulancias, que generan accidentes en la pelea por personas accidentadas.
DIARIO DEL HUILA, INFORME
Por: Gustavo Patiño
Desde hace varios años la capital del departamento del Huila, enfrenta una crisis en el sistema de ambulancias, según denuncias del concejal Miller Osorio en la sesión de ayer en el Concejo de Neiva. El descontrol en el manejo de las Ambulancias de Transporte Asistencial Básico – TAB, particularmente en lo relacionado con los accidentes de tránsito, ha provocado una ‘guerra por el SOAT’ entre las empresas que prestan estos servicios, poniendo en riesgo la vida de los ciudadanos y dejando en evidencia la falta de control por parte de las autoridades locales.
Osorio, en su intervención en el Concejo de Neiva, expresó que el problema de las ambulancias no es nuevo y ha afectado a la ciudad durante varios años sin que ninguna administración municipal haya tomado medidas concretas para regularlo. “Este desorden que se viene desarrollando desde hace ya varios periodos, varios años, y no ha habido autoridad que los controle. Yo lo he solicitado a la Secretaría de Salud Municipal, a la Secretaría de Salud Departamental, y pues ahora pienso hacerlo también con la Secretaría de Movilidad” afirmó el concejal, haciendo un llamado a las autoridades competentes para que tomen acciones inmediatas ante la grave situación que aqueja a la ciudad.
Solo van por el SOAT
De acuerdo con la respuesta a un derecho de petición presentado por Osorio a la Secretaría de Salud Municipal, actualmente hay en funcionamiento en Neiva 50 ambulancias TAB. Sin embargo, al menos la mitad de ellas se dedican exclusivamente a la atención de accidentes de tránsito en el casco urbano y sus alrededores, lo que ha generado una competencia desmedida entre los operadores del servicio. Esto ha convertido a las ambulancias en un peligro más en las calles de la ciudad, no solo por la velocidad con la que se desplazan en su afán por llegar primero a los sitios de accidente, sino también por la falta de regulación en el manejo de los recursos del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito – SOAT.
Te puede interesar: La salud mental en el trabajo: un desafío para el bienestar y la productividad
Accidentes fatales
El concejal Osorio ha señalado que la falta de control ha provocado un aumento de accidentes fatales relacionados con el servicio de ambulancias. En su intervención, recordó un caso ocurrido el 1 de septiembre de 2018, cuando una ambulancia, en su prisa por llegar a recoger a una persona en un accidente, perdió el control y mató a un peatón en una curva en el barrio Alberto Galindo. “Una ambulancia vino a recoger a alguien y se le fueron los frenos y ahí mató a ese pobre señor,” relató el concejal, lamentando que estos casos no han sido resueltos y que las empresas de ambulancias continúan operando sin sanciones ni medidas preventivas.
Además, mencionó otro incidente ocurrido en la carrera sexta entre la tercera y la cuarta, en el que una mujer embarazada y su bebé en gestación fallecieron luego de que la motocicleta en la que se desplazaban fue impactada por una ambulancia que no respetó las señales de tránsito. “Una profesional de la salud falleció y también su niño, que estaba apenas gestándose en su vientre,” recordó Osorio.
Osorio también mencionó un incidente reciente en el que un aprendiz de conducción fue embestido por una ambulancia mientras practicaba con su vehículo. El impacto fue tan fuerte que el automóvil quedó volcado, lo que generó un trauma considerable en la persona afectada. “Un señor que estaba aprendiendo a manejar quedó con las llantas hacia arriba del golpe tan seco que le dio la ambulancia por no respetar las señales de tránsito” explicó el concejal, quien señaló que estos hechos son parte de un patrón recurrente de accidentes protagonizados por ambulancias, subrayó igualmente que estos hechos son solo algunos de los muchos casos de negligencia que involucran a las ambulancias TAB en la ciudad.
Desangran el SOAT
El concejal denunció que detrás de esta competencia descontrolada está la intención de «desangrar el SOAT,» ya que muchas ambulancias y clínicas aprovechan los accidentes de tránsito para realizar procedimientos innecesarios y costosos que agotan rápidamente las pólizas de los pacientes. “Le hacen cualquier cantidad de exámenes con la intención de desangrar el SOAT,” afirmó Osorio. Este esquema de explotación del sistema de seguros no solo afecta a los ciudadanos, que ven reducida su cobertura en caso de futuros accidentes, sino también al sistema de salud, que se ve saturado con procedimientos innecesarios.
Ante este panorama, las autoridades locales han propuesto medidas como la sectorización de la ciudad en cuatro puntos para distribuir mejor el servicio de ambulancias y evitar la competencia desmedida. Sin embargo, Osorio manifestó su desacuerdo con esta propuesta, calificándola como insuficiente. “Crear una división imaginaria en la ciudad no es la solución” aseveró el concejal, argumentando que las ambulancias seguirían compitiendo por los accidentes en cada sector y que la guerra por el SOAT continuaría.
Falta un verdadero control
Para Osorio, el problema radica en la falta de control y supervisión por parte de las autoridades. Según sus declaraciones, la Secretaría de Salud y la Secretaría de Movilidad han sido ineficaces en la implementación de controles adecuados. Aunque se han anunciado operativos de revisión y control, el concejal considera que estos no son más que “estrategias para no controlar,” ya que no se ha establecido un sistema de regulación efectivo que asegure el cumplimiento de las normas por parte de las empresas de ambulancias.
El concejal propone que los controles no se realicen de manera individual por ambulancia, sino por empresa, ya que, según él, algunas empresas aprovechan los operativos para ocultar las deficiencias en sus vehículos. “Una empresa puede tener tres ambulancias y como las piden por unidad, una por día, entonces le sacan el equipamiento a una y lo trasladan a la otra,” denunció Osorio, sugiriendo que se realicen revisiones integrales que incluyan a todas las ambulancias de cada empresa para evitar este tipo de engaños.
¿Y las otras emergencias?
Otro aspecto preocupante señalado por el concejal es que las ambulancias TAB solo se interesan en atender accidentes de tránsito, mientras que otras emergencias que no generan ingresos a través del SOAT son ignoradas. “Las ambulancias TAB solamente le interesan es el SOAT” aseguró Osorio, quien denunció que situaciones como convulsiones, heridas graves u otras emergencias que no están cubiertas por el seguro obligatorio no son atendidas con la misma urgencia. Según el concejal, esto pone en riesgo la vida de muchas personas que no reciben atención médica oportuna porque no representan un beneficio económico para las empresas de ambulancias.
Osorio también hizo un llamado a los ciudadanos a estar atentos a las decisiones que toman cuando son transportados por una ambulancia, especialmente cuando son llevados a clínicas privadas en lugar de hospitales públicos. En sus declaraciones, afirmó que algunos traslados pueden incluso considerarse un “secuestro,” ya que los pacientes son llevados a clínicas donde se agotan rápidamente los recursos del SOAT y luego no reciben la atención adecuada. “Me terminan llevando a otra clínica […] para mí me estarían secuestrando,” denunció Osorio, alertando sobre la necesidad de tener mayor control sobre los destinos a los que son llevados los pacientes.
Que vuelva el CRUE
Para el concejal Miller Osorio, la solución a este problema pasa por la implementación de un sistema de emergencias integral que regule de manera efectiva el servicio de ambulancias y garantice que estas cumplan con su verdadero propósito: salvar vidas. Osorio recordó que, en administraciones pasadas, Neiva contaba con un sistema de emergencias más organizado que era llamado CRUE, pero lamentablemente este fue abandonado y no ha sido retomado por las autoridades actuales. “Anteriormente funcionaba, pero lamentablemente eso quedó como en el limbo,” señaló el concejal, quien advirtió que la situación actual es insostenible y requiere de una intervención urgente.
En octubre, Osorio ha anunciado que presentará un ejercicio de control político para exigir a la Secretaría de Salud y a la Secretaría de Movilidad que tomen cartas en el asunto. Además, solicitará un inventario detallado de las empresas que operan ambulancias en la ciudad y de los vehículos registrados y habilitados para prestar servicios de emergencia. Con estas medidas, el concejal espera que se pongan en marcha controles más estrictos que permitan reducir los accidentes causados por ambulancias y que el servicio deje de estar motivado por el lucro económico y vuelva a centrarse en la atención a las emergencias.