Las delegaciones de Rusia y Ucrania que participan en la siguiente ronda de negociaciones ya se encuentran en Turquía. Aunque no han detallado fecha se espera que las conversaciones comiencen este martes para intentar parar la guerra que se desarrolla en Ucrania desde hace un mes. Mientras tanto, The Wall Street Journal publica que a primeros de marzo el oligarca ruso Roman Abramovich y los negociadores de paz ucranianos sufrieron síntomas de haber sido envenenados después de una reunión en Kiev para organizar las conversaciones de paz.
El Kremlin ha descartado de momento un encuentro entre el presidente de Ucrania, Volodimir Zelesnki, y su homólogo en Rusia, Vladimir Putin, ya que sería «contraproducente», y prefiere esperar a que las posturas se acerquen más en los asuntos clave.
Zelenski ha confirmado que está dispuesto a aceptar el estatus neutral y no nuclear de Ucrania, tal y como exige Rusia, a cambio de unas garantías de seguridad.
Mientras tanto, el alcalde de Irpin asegura que Ucrania ha recuperado el control de la ciudad, a las afueras de Kiev. Ucrania ha paralizado las evacuaciones de las zonas más afectadas por la guerra este lunes, ante el temor de que Rusia ataque directamente los corredores humanitarios.
Presupuestos de Biden en defensa ante la guerra en Ucrania
De otro lado, el Gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, presentó ayer un proyecto presupuestario de 5,79 billones de dólares, con un mayor gasto en defensa coincidiendo con la guerra en Ucrania, que quiere financiar subiendo los impuestos a las corporaciones y los más ricos.
En su propuesta, de 277 páginas, la Casa Blanca solicita que el Congreso apruebe para el año fiscal 2023, que comienza el mes de octubre, un presupuesto de 5,79 billones de dólares, frente a los 5,85 billones de 2022.
En total, el Gobierno estadounidense quiere destinar 813.000 millones de dólares a defensa, lo que supone un incremento del 4 % respecto al año fiscal 2022, de los que 31.000 millones de dólares serían en gasto nuevo.
El presidente estadounidense, aseguró este lunes que no defiende un cambio de régimen en Rusia, y explicó que su referencia a la salida del poder del presidente ruso, Vladímir Putin, expresaba «indignación moral» ante la invasión rusa de Ucrania.
«Estaba expresando la indignación moral que sentía (…) No estaba articulando un cambio en la política» respecto a Rusia, señaló Biden en un acto en la Casa Blanca al presentar su propuesta presupuestaria, un día después de regresar de una gira europea en la que se reunió con refugiados ucranianos.