Aníbal Charry González
Gracias a la mezquindad con que este Gobierno incompetente ha manejado las consecuencias de la pandemia, donde ha habido más protección a los grandes empresarios y a los pulpos económicos y financieros que son los que se han enriquecido, contrario al empobrecimiento extremo de los medianos y pequeños empresarios y en general la gente del común privada de ingresos por el confinamiento, ahora que se ha dado vía libre a la vacuna exprés para combatir el virus, mientras en otros países como en Chile se adquirieron con anticipación dosis para atender 4 veces su población que comenzarán a aplicarse antes de que finalice el año, lo mismo que en Argentina, México y Panamá, aquí todavía no sabemos a ciencia cierta cuándo empezará la vacunación.
Lo anterior es demostrativo de que en otras latitudes latinoamericanas, para no salirnos de nuestro entorno, los gobiernos pensando verdaderamente en proteger los derechos fundamentales de los asociados han actuado de esta diligente manera, aquí se procede con cálculo cicatero, como que seguramente solo será posible que la masiva vacunación que se requiere con urgencia para tratar de lograr la inmunidad colectiva -por los embates catastróficos de la peste que tendremos que soportar durante el año entrante-, se concretará realmente en el 2022, con el agravante de que el Gobierno ha anunciado que ha adquirido 20 millones de dosis, que solo alcanzan para vacunar a 10 millones de personas, si tenemos en cuenta que se requieren 2 dosis -por lo menos hasta ahora-, cuando se ha hablado de que podrían ser 3 o más, en medio de la incertidumbre que hay sobre su eficacia.
Son solo probabilidades las que tenemos los colombianos para combatir la peste con la vacuna, cuando en otras sociedades ya se encuentra garantizada, porque este gobierno en lo único que ha sido eficiente es en especular con la pandemia en un programa de televisión con fines populistas, ya que el manejo que se le ha dado para paliar las graves consecuencias económicas y sanitarias ha deficiente, como que no hubo una propuesta seria de renta básica para la gente más vulnerable, y el personal médico que arriesga la vida para atenderla sigue reclamando el pago de los salarios por su trabajo como ha ocurrido aquí en Neiva.
Y es que estas expectativas de vacunación que bien podrían resultar falsas como casi todo lo que hace este gobierno, ha hecho creer a mucha gente que la peste está controlada y por eso se va a generar más indisciplina social con las consecuencias que son de prever con la letalidad del virus, con la desventaja de que estaremos lejos de comenzar la vacunación, y de adehala con la amenaza de meternos una nueva reforma tributaria por cuenta de un presidente que como bien lo escribiera el columnista Lisandro Duque en el Espectador, no estaba preparado para gobernar en la pre pandemia y mucho menos en la pandemia. Esta columna reaparecerá en la segunda semana de enero. Felices fiestas, si es posible por la pandemia.