Por: Luis Humberto Tovar Trujillo
Pareciera que el actual gobernante viviera en otra galaxia. Quiere destruir todo, aniquilar todo, todo le perturba, se mantiene en una mitomanía patológica, tendenciosamente dirigida a lo antisocial, pues ese ha sido su itinerario, completamente antisocial.
Delincuentes, así le llamaban antes de existir el narcotráfico, ahora es genérico, es decir, a todas aquellas actividades delincuenciales.
Hemos perdido con esa mitomanía gubernamental, el orden, como principio esencial de nuestra democracia; hemos llegado a un nivel de desprecio por la constitución y la ley, donde solo se acude a la utilización del dinero ilícito para lograr objetivos, ante el auge mayor del narcotráfico; la utilización también, de los recursos públicos del presupuesto, es decir, una mezcla toxica, que nos confirma la presencia de un estado narco, con una nueva modalidad de paramilitarismo liderado desde las altas esferas del estado.
Ahora sí es bueno el paramilitarismo, que solo se confirma con la destrucción de la Fuerza Pública, para dejar en manos de la delincuencia habilitada por el gobierno, en un pacto macabro, para construir lo que Carlos Alonso Lucio ha llamado, la “micializacion”, y concluye: “Mientras Petro y sus aliados se dedican a milicianizar, nosotros los ciudadanos nos dedicaremos a ciudadanizar”.
Ahora solo son discursos ramplones desde un balcón, donde se da la sensación de un embriagado de poder, o no sé de qué, pero embriagado, unas peroratas ofreciendo hasta lo imposible, y tergiversando la realidad nacional; pareciera que se vive en otro planeta; frases descoordinadas, amenazantes, retadoras, con un desconocimiento hasta deshilvanado, por esa mitomanía patológica.
Es una permanente convocatoria al odio, a la división de la nación, contrario a cumplir los dictados constitucionales, ser de la unidad nacional.
Ya hemos comenzado hasta perder la noción de libertad; otro principio esencial, sustento básico de cualquier democracia respetable; con amenazante, expresiones contra la libertad de prensa, ya no se puede libremente el derecho a la libertada de expresión; y para rematar, interpretan a su acomodo las expresiones en que coincidimos todos los colombianos, la liberarnos de este esperpento de mandatario y su gobierno; queremos “defenestrar” a quien atenta contra la libertad y el orden.
Tenemos derecho a defendernos de quien atenta contra los principios esenciales de nuestra democracia; no tiranos añejos y resentidos, que se creen dueños del poder, asesinando las libertades ciudadanas, y liberarnos de este matrimonio, que pareciera a perpetuidad. No hay mayor esclavitud que la voluntaria.
Por eso en las próximas elecciones, no debemos votar por candidatos avalados por los partidos tradicionales, que se han mantenido en apoyo al gobierno destructor de nuestra democracia; incluso con posiciones mentirosas como los llamados independientes.
No entiendo como apoyan la destrucción de nuestra democracia y aspiran a ser elegidos en democracia.